Samuel Aldrey | @SamuelAldrey

Rafael Nadal parecía el huracán de siempre: veloz, avasallante y demoledor. El primer set ante el canadiense Dennis Shapovalov termina en un 6-1 a favor que daba indicios de un Rafa indetenible en Roma, pero todo se vino abajo con un pinchazo y una mirada al suelo... No era frustración lo que le hizo mirar a la tierra, sino su pie izquierdo y un dolor insoportable. 

La lesión crónica que sufre Rafael Nadal en su pie izquierdo le ha vuelto a pasar factura. El dolor le incapacitó contra Shapovalov. La derrota (6-1, 5-7, 2-6)  le hace perder los puntos que le mantenían en la cuarta posición del ranking de la ATP y ahora su puesto lo ocupará Stefanos Tsitisipas. 

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— Tennis TV (@TennisTV) May 12, 2022

Más allá de eso, a Nadal se le vio como nunca antes. Las manos en la cara para intentar aguantar un dolor indescriptible que no le permite jugar con comodidad y en la rueda de prensa se sinceró.

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Roland Garros no está descartado.

"¿Si voy a ir a Roland Garros? No estoy lesionado. Soy un jugador que vive con una lesión constante. Eso es mi día a día. Es difícil, la verdad... y claro que a veces me cuesta aceptarlo. Volví a tener mucho dolor en el pie y ya está. Aún queda tiempo", ante la adversidad Nadal abre la puerta de la esperanza. 

Nadal tiene que jugar contra dos rivales: su cuerpo y el contrario. Hoy no pudo contra ambos /EFE

Una esperanza que ya conocemos esta temporada, pues al iniciar el Australian Open también llegaba con algunas dudas en su pie izquierdo. La superó a base de antiinflamatorios y mucha recuperación postpartido para agrandar su leyenda con el vigésimo primer Grand Slam de su carrera. 

Pero Nadal no se rinde nunca y para él jugar tenis será siempre un placer, aunque el dolor se lo haga imposible: "Es triste, porque venía jugando mejor, sintiéndome bien en los entrenos... y volver a esto es duro, porque no hay nada que se pueda hacer. No se sabe si descansar o los entrenamientos van mejor. Solo queda aceptarlo y luchar", concluyó Rafael. 

Roland Garros no está descartado para el mosquetero español.