Samuel Aldrey / @SamuelAldrey
Este Autralian Open, esta final y esta muestra de tenis de Rafael Nadal quedará para la historia del deporte como la demostración de una sola frase: nunca rendirse.
Nadal vino de dos sets a cero, incluso con un set point en el segundo, un contexto que destruiría la mente de cualquiera, pero Nadal no decae. Nadal sigue intentándolo hasta el final y ahora está a la cabeza en el reparto de Grand Slams entre el Big Three con 21, uno más que Novak Djokovic y Roger Federer.
Nadal supera a Federer y Djokovic en títulos de Grand Slams / Elaboración propia. Datos: ATPTour
Nadie puede explicar cómo Nadal ha ganado 21 Grand Slams. Ganar es una moneda al aire "impredecible" como dijo el propio Rafa en la rueda de prensa post partido. Tan impredecible como una mano de Blackjack y Nadal sacó la mejor mano, pues hizo el 21.
Históricamente nunca había ocurrido en el tenis. Antes de Novak, Roger y Rafa la gesta del deporte la había hecho Pete Sampras con 14 Majors y ahora ellos tres han distorsionado la historia del tenis, pues no fue uno solo, sino tres tenistas que han alcanzado los veinte Grand Slams.
Para dimensionar la barbaridad que ha hecho Rafael Nadal hay que mirar el selecto grupo de individuos que han logrado algo semejante. Solo Steffi Graff (22), Serena Williams (23) y Margaret Court (24), todas mujeres, le superan, pero el tenis masculino es increíblemente más competitivo, dicho por la misma Serena: "el tenis masculino es completamente otro deporte, si jugara contra Murray perdería 6-0, 6-0, 6-0".
Ahora, hay tres tenistas masculinos en busca del récord de Margaret Court y Nadal ha tomado la delantera.
Este Australian Open además representa para Nadal mucho más. El español ha sufrido una grave lesión crónica en el pie desde el comienzo de su carrera. Una lesión que le obligó a parar en el 2021 y luego en su retorno sufrió de Covid-19. Así llegó a Australia: mermado, sin ritmo y con molestias.
Aún así hizo historia en el torneo más complicado de su carrera, el torneo que más veces le fue esquivo. Un Grand Slam que no alzaba desde 2009 cuando derrotó a Roger Federer. Desde esa fecha cuatro finales, todas contadas como derrotas: Novak Djokovic en 2012, Stanislas Wawrinka en 2014, Roger Federer en 2017 y Novak Djokovic en 2019.
Daniil Medvedev y Nadal protagonizaron uno de las mejores finales en la historia del Australian Open / EFE
Pero Nadal volvió a una final y ganó. Todo con 35 años y sin ganar un torneo de Grand Slam desde 2020 cuando alzó el 13º Roland Garros de su carrera. Ahora se ha convertido en el cuarto tenista que posee dos o más trofeos en cada uno de los Grands Slams del calendario. Se une a Rod Laver, Roy Emerson y Novak Djokovic. Federer tendría que ganar otro Roland Garros para entrar a este selecto grupo.
Sin embargo, lo que han hecho estos tres es algo que nunca se volverá a ver. En el Australian Open sin Federer ni Djokovic bastó la presencia de Nadal para darle esa magia. El tenis sufrirá cuando los tres se vayan. Aunque existe un relevo interesante con Alexander Zverev, Stefanos Tsitsipas, Daniil Medvedev, Carlos Alcaraz, Denis Shapovalov, entre otros.
Pero todos ellos estarán bajo la sombra de tres hombres que consiguieron 61 Grand Slams en 20 años y solo permitieron que 12 Majors se les escaparan de las manos. El vacío será enorme en el tenis.
Sobretodo porque el 21 de Nadal estuvo cerca de escaparse, pero su coraje no lo permitió. Que conste en los anales de la historia que el 21 de Nadal llegó manteniendo su servicio, viniendo dos sets abajo, ganando una jugada desde la línea de base, golpeando un servicio ganador y luego un ace, para culminar de una manera poco común en su estilo de juego: una volea de revés en una cancha abierta en pista dura.
Todo esto en cinco sets trepidantes. Una distancia que bien conoce Nadal, pues a cinco sets, en Grand Slams solo Björn Borg supera al balear con un índice de 89.3% de victorias. Nadal posee (84.4%), por encima en este territorio para mentes y cuerpos de acero como Novak Djokovic (87.2%), Roger Federer (85.7%), Pete Sampras (82.7%), Jimmy Connors (81.9%), Andy Murray (81.1%) o Ivan Lendl (79.6%). Nadal es todo un pura sangre y en cinco sets no hay nadie mejor.
Así en esta final que es su "mayor remontada" será también una de sus obras maestras en otro capítulo mágico y único en la carrera de Rafael Nadal.