El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado la decisión de suspender las redadas migratorias en ciertos sectores, según un informe del New York Times. Esta medida no parece estar motivada por consideraciones humanitarias, sino más bien como una respuesta a la caída en su popularidad, que se ha visto afectada por las críticas a las redadas.
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Pausa en los operativos del ICE
De acuerdo con el medio estadounidense, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha recibido instrucciones para pausar las redadas en lugares como hoteles, granjas y restaurantes. Estos establecimientos son conocidos por emplear a una gran cantidad de migrantes, quienes desempeñan un papel crucial en la economía estadounidense, especialmente en sectores que dependen de mano de obra inmigrante.
El New York Times tuvo acceso a un correo electrónico que ordena el cese de estas redadas. Posteriormente, la agencia de noticias Reuters confirmó la información a través de un alto funcionario del gobierno, quien indicó que la orden provenía directamente de Trump. Esto marca un cambio notable en la política migratoria del presidente, quien había defendido con firmeza las redadas en el pasado.
Cambio de estrategia ante la presión
La decisión de reducir las redadas se produce en un contexto donde el principal asesor de la Casa Blanca, Stephen Miller, había solicitado anteriormente una intensificación de estas acciones. La aparente contradicción entre estas dos posturas sugiere que Trump está tratando de equilibrar su agenda migratoria con la necesidad de mantener su apoyo popular en un clima político cada vez más tenso. A medida que se desarrollan los acontecimientos, será crucial observar cómo esta decisión influye en la percepción pública de la administración Trump y en su enfoque hacia la inmigración en el futuro.