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Iván Holguín López / @ivan_baloncesto

Hay un dicho que reza así: “Dios les da las batallas más fuertes a sus mejores guerreros”. Y esta frase no podría aplicar mejor en el caso de Robeilys Peinado y el oro que consiguió en los Juegos Suramericanos de Asunción 2022.

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La garrochista criolla, que habló en EXCLUSIVA con Meridiano, se confesó tras la consecución de una nueva presea dorada en este tipo de eventos (tras lo conseguido en Cochabamba 2018) y de todos los pesares que sufrió en la capital de Paraguay.

 

 

P- ¿Cómo te sientes tras tu llegada al país?

R- Me siento muy feliz del resultado conseguido en esta justa continental. La clave fue siempre mantener la calma con todos los percances que sufrí. Eso junto a mi experiencia me guiaron al triunfo.

P- ¿Qué fue lo que pasó con tus garrochas?

R- Todo empezó muy mal. Desde que arribe a Paraguay me dijeron que las garrochas no habían llegado, ya desde ahí empezó mi preocupación, pero tenía la esperanza de que algún día antes de la competencia llegaran. Algo que no pasó.

P- ¿Qué viviste en esos momentos?

R- No es la situación ideal para uno como atleta, ya que tienes en la mente una consternación que no debería ser primaria. Además, que yo vengo de una prolongada lesión en mi espalda y recientemente tuve una cirugía de rodilla. En verdad era un momento de apremio.

 

 

P- ¿Y aun así eras la favorita?

R- Yo era la principal candidata al oro en mi prueba, por todo lo conseguido en Tokio y en años anteriores. Eso era una presión extra, que se sumó al tema de las garrochas. Pero siempre sentí el apoyo de mis compañeros de delegación que día a día preguntaban por mi situación, me sentí protegida por ellos.

P- ¿Cómo fue el día de la competencia?

R- Las garrochas nunca llegaron, pero aún así decidí ir al estadio para ver si alguna de mis rivales me prestaba la suya y así competir. Todas se ofrecieron, fue un gesto muy bello que guardo en mi corazón. Realmente ninguna de las pértigas era igual que las mías, pero la más similar era la de una chica de Brasil. Ella me la prestó y fui adaptándome salto a salto y gracias a Dios conseguí la presea dorada con ese salto de 4.20 metros.

P- ¿Dónde están las pértigas en este momento?

R- Ahorita están en Asunción. Una semana después de mi prueba.

P- ¿Qué sigue en tu carrera?

R- Quiero estar presente en un Mundial bajo techo y también deseo ganar una Liga Diamante. Estoy seguro que no estoy tan lejos de estas metas y si mantengo mi trabajo sé que lo lograré. 

FARÁNDULA