Samuel Aldrey /@SamuelAldrey
Una colisión ocurre cuando dos cuerpos interaccionan en un breve periodo de tiempo. Paris Saint-Germain y Real Madrid van rumbo a un choque de 90 minutos en el Parque de los Príncipes -esta tarde a las 4:00 PM, en la Champions League- donde ambos equipos expulsan una enorme cantidad de energía cinética representada en sus tridentes: Lionel Messi, Kylian Mbappé y Neymar, para los franceses; Asensio, Benzema y Vinicius, para los españoles.
Ningún partido representa mejor la disyuntiva entre el gran fútbol y el neofútbol, financiado por un dinero ajeno a la industria o que es inyectado por estados con intereses internacionales. En cierto modo el PSG es el símbolo de ese nuevo fútbol que se avecina, pero todavía no se ha materializado.
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Así al Real Madrid le espera en el Parque de los Príncipes al actual monarca del Balón de Oro, Lionel Messi; el príncipe heredero, Kylian Mbappé; el agente que ha jugado para ambos bandos, Ángel Di María; el rebelde sin causa, Neymar Jr, de vuelta a toda máquina por su lesión de dos meses.
Estos astros se enfrentan a otra galaxia de futbolistas liderados por su dos grandes estrellas: Karim Benzema -duda hasta el último momento- y Vinicius Jr, el príncipe de la gambeta. Si no juega Benzema, el Madrid tendrá más que perder, no hay nadie en la plantilla que pueda reemplazarle. El francés representa más del 30% de los goles del equipo esta temporada y es por donde gravita todo el fútbol ofensivo de Carlo Ancelotti.
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MIientras, el PSG tiene más materia oscura con la que reemplazar a Neymar que no juega desde noviembre por un fuerte esguince en su tobillo. Si es titular habrá más posibilidades de una equivocación y una recaida, pero el brasileño forzó su cuerpo para estar aquí. Tiene ganas de jugar. Si juega, el Madrid se enfretará al tridente más lujoso de lo que va de siglo XXI: Neymar, Messi y Mbappé. Tres nombres que solo han estado nueve partidos juntos.
Aunque la realidad es que solo Mbappé, 21 goles, esta al nivel galáctico, los otros dos parecen estrellas con solo episodios fugaces. Messi sufrió coronavirus y de problmas musculares, solo ha hecho siete goles.No obstante, enfrenta al Madrid una de sus victimas favoritas, pues con el Barcelona le encajó 26 goles en 45 partidos, pero también no le marca al club blanco desde mayo del 2018.
Con ese ataque apoyado en un mediocampo versátil con Verrati y Paredes, con un misil por banda derecha, Achraf Hakimi -ex madridista- y un experimentado Marquinhos, sin Sergio Ramos porque el español vive un infierno en París, no habrá morbo entre el ex capitán blanco y el Madrid. A Carlo Ancelotti no le espera un partido gris.
Mbappé, Neymar, Verratti y Messi en un rondo previo al partido / EFE
Ancelotti ha sido durante esta temporada un técnico pragmático en la confección de su once inicial que se dividen en tres sociedades: Courtois, Alaba, Militao y Casemiro, en construcción del muro; Kroos y Modric, en la dirección de orquesta; Benzema y Vinicius, en la destrucción masiva de las defensas rivales.
Quizás el mayor problema será para el muro de contención que enfrenta su mayor reto esta temporada "si pensamos en bloquear a Messi, Mbappé, Di María, Verratti... a cada uno por separado, perderíamos la cabeza. Ya veremosc cómo lo hacemos", dijo Ancelotti en rueda de prensa.
El reto es mayúsculo, pues en su ataque el PSG tiene a los máximos regateadores de las últimas tres Champions. Messi, 100 regates exitosos; Neymar, 87; Mbappé, 69. Vaya dolor de cabeza para Militao y Alaba, pero la defensa al menos tendrá en consuelo de enfrentar a esto con Ferland Mendy completamente recuperado. El lateral izquierdo es imprescindible para la zaga de Ancelotti y una vez más vuelve a estar disponible.
Karim Benzema durante el entrenamiento en el Parque de los Príncipes / @RealMadrid
En ataque quedan recluidos también unos 200 millones de euros con un Eden Hazard que aún no halla su forma y Gareth Bale, el galés tuvo unos buenos minutos frente al Villareal este fin de semana e incluso de no alinear a Benzema, Ancelotti lo ve como la alternativa número uno. El galés estará por encima de Luka Jovic y Mariano Díaz, dos jugadores relegados al oscurantismo.
Así es un partido donde colisionarán dos galaxias en el Parque de los Príncipes que comparten trayectoria: la final de la Champions League.