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Internacional

El fútbol mira a Catar: huelga de hambre, falsas acusaciones, homosexualidad y muertes

Miércoles, 08 de diciembre de 2021 a las 02:37 pm

 Samuel Aldrey / @SamuelAldrey

Catar no detiene el flujo de noticias que crean cada día más suspicacia sobre el país sede del próximo Mundial de fútbol. De hecho, la FIFA ha tenido que intervenir en el caso de Abdullah Ibhais, un ex trabajador del comité de Catar que está actualmente en una huelga de hambre que ya suma 21 días.

La voz de alarma la dio la organización Humans Right Watch y Fair Square quienes escribieron una carta a FIFA diciendo que la confesión de culpabilidad de Ibhais fue hecha bajo coerción. La ONG cree que las acusaciones hechas a Abdullah por parte de la fiscalía catarí son porque él estuvo involucrado con el movimiento de trabajores migrantes que protestaron por mejores condiciones laborales en febrero.

La carta de Humans Right Watch a la FIFA / Humans Right Watch.


Ibhais tenía el cargo de jefe de comunicaciones del Comité Supremo antes de ser despedido de su rol en 2019. Abdullah fue condenado con cinco años de prisión por fraude en relación a un contrato para producir contenido para las redes sociales en favor del Mundial a Catar 2022.

No obstante, Humans Right Watch (HRW) alega que Ibhais fue obligado a confesar por el juez "o firmas esta confesión o te enviaremos a una prisión estatal. Allí te sacarán la confesión a golpes", escribió la ONG a la FIFA. Esa confesión fue la que les permitió declararlo culpable del supuesto fraude.

La carta a la de HRW FIFA también dice: "parece que la única evidencia que se presentó al caso de Ibhais es esta confesión". Esta es la segunda carta que le envía Humans Right Watch a la FIFA. La primera fue el cuatro de octubre de 2019, donde especificó que su detención se debía a sus críticas internas al Comité Supremo sobre los derechos de los trabajadores migrantes.

La única respuesta de FIFA sobre el caso fue: "Abdullah merece un juicio justo donde el debido procesos sea observado y respetado".

6.500 muertes registradas.

Por ahora, el caso de Ibhais es uno más a la pila para la investigación de organizaciones internacionales, mientras el diario inglés The Guardian reporta más de 6.000 muertes de trabajadores en la construcción de los estadios cataríes.

Mientras, otro trabajador keniano que escribía sobre su vida en un blog como guardia de seguridad fue acusado de recibir dinero para difundir desinformación.

Malcolm Bidali, que publicaba un blog bajo seudónimo (tuit de arriba), ha pasado un mes detenido antes de ser liberado bajo fianza. Su caso, denunciado por varias organizaciones de derechos humanos, pone en entredicho la libertad de expresión y las condiciones de vida de los trabajadores extranjeros de bajos ingresos en el país anfitrión del próximo Mundial de fútbol, en 2022. 

Aunque la historia de Malcolm tuvo un mejor final que muchas. El blogger keniano fue liberado bajo fianza en junio. Muchas otras historias quedan enterradas bajos los escombros de los estadios que ya se han llevado 6.500 almas de India, Pakistán y Sri Lanka. El hallazgo de estas muertes fue realizada por el diario The Guardian, que tuvo acceso a documentos gubernamentales. 

Los datos de aquellos documentos arrojan la siguiente cifra: en promedio fallecen 12 trabajadores cada semana desde que comenzaron los trabajos en diciembre de 2010. La data fue cruzada con la información recopilada por los gobiernos de India, Pakistán y Bangladesh que reportaron por última vez en el año 2020 un total de: 5975 muertes. The Guardian en febrero hizo el último reporte con 6.500 fallecidos.

Parece ser la continuación de la época colonial en una escala jamás conocida. Los pobres del mundo siguen cumpliendo su función tradicional en la construcción y realización de grandes eventos: proporcionar brazos baratos y productos baratos, intercambiando en el contrato social su vida por el entrenimiento de millones.

Los trabajadores migrantes de Catar provenientes de India o Bangladesh no pueden salir del país a ver a sus familias. El gobierno muchas veces les restringe la salida / PICTURE ALLIANCE (GETTY IMAGEN)


La homosexualidad no será un problema. 

Hasta hace 30 o 40 años, la homosexualidad era condenada de forma injusta. Lo denunciaban los padres, lo admitía la Iglesia como un pecado, rara vez se aceptaba. Mucho han cambiado los tiempos en tan poco tiempo: ahora la homosexualidad es un modo de expresión del orden natural de las cosas. La homosexualidad tiene su justo lugar en la sociedad occidental, ya no provoca tanto repudio: los homosexuales están avalados por ley y aceptados por muchas más personas.

Pero eso es el código moral modificado de occidente de este siglo, en cambio en oriente no se condena la injusticia del trabajo mal pagado o confesiones bajo coerción o sobornos, sino la atracción hacia el mismo sexo.

La homosexualidad es potencialmente punible bajo el "Sharia", la ley islámica, aunque las organizaciones internacionales de derechos humanos no han reportado evidencias sobre ejecuciones de personas homosexuales en Catar. Público nada, privado todo.

Nasser Al Khater, organizador del torneo, quiso dar tranquilidad a la comunidad  LGBTQI+: "las personas homosexuales que vengan a Catar lo harán como fanáticos. Pueden hacer lo que cualquier otro ser humano puede hacer en una ciudad. Solo digo que Catar, desde un punto de vista afectivo, tiene una posición conservadora al respecto".

La idea es reafirmada posteriormente en una entrevista con la periodista de CNN, Amanda Davies: "Escucha, el afecto público no esta bien visto. Catar es un país conservador. Eso tiene que ser respetado. Más allá de eso cada quien puede vivir su vida como quiera".

Esta realidad es contrastada con los reportes consultados sobre la vida homosexual en Catar. La minoría homosexual oculta su identidad "en público debido a un patrón discriminatorio para las personas LGBTI+. Normalmente basado en prejuicios culturales y valores religiosos dentro de la sociedad", escribió Country Reports en 2019. La misma fuente más adelante indica que debido a la normas sociales y religiosas "no existen organizaciones LGBTI+ ni marchas en favor del orgullo gay o activistas". 

Además, The Guardian indica que en el país que la mayoría de empleados que son descubiertos sobre su inclinación sexual sufren posteriormente del ostracismo y el estigma social.

Catar, al igual que Rusia 2018, acumula historias previas que generan suspicacia y descontento.

 

*REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Amnistía Internacional. 12 de noviembre 2019. Arabia Saudí: categorizando el feminismo, ateísmo, homosexualidad y crímenes que exponen una intolerancia peligrosa. [Consultado 8 de diciembre 2021]

Amnistía Internacional. 30 de marzo de 2008. Amor, odio y ley: discriminización de la homosexualidad  [Consultado 8 diciembre 2021]

Freedom House. 20 de enero 2015. Tom Lutz. La Copa del Mundo en Catar son una "locura" por la homofobia. [Consultado 8 diciembre 2021]

Paul MacInnes, The Guardian. 2 de diciembre 2021. "Mi último recurso", dice ex trabajador de Catar. [Consultado 8 de diciembre 2021]

Human Rights Watch. 6 de diciembre 2021. FIFA asegura juicio justo a denunciante (Abdullah Ibhais) de Catar. [Consultado 8 de diciembre 2021]

Human Rights Watch.  19 de noviembre 2019. Carta a la FIFA: Caso Abdullah. [Consultado 8 de diciembre 2021]

Humanity United, The Guardian. 23 de febrero de 2021. Revelado: 6.500 trabajadores migrantes han fallecido en Catar. [Consultado 7 de diciembre 2021]

Amanda Davies, CNN. 1 de diciembre 2021.  Catar 2022: la intensa charla con el presidente del comité organizador. [Consultado 8 de diciembre 2021]

Malcom Bidali, Twitter. Blogger de la vida en Catar. [Consultado 8 de diciembre 2021]

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