La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha anunciado al nuevo director del Comité Técnico de Árbitros (CTA), tras la destitución de Luis Medina Cantalejo la semana pasada. El nuevo hombre en el ojo del huracán es Francisco Soto Balirac.
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Soto deja su carrera jurídica para asumir su nuevo cargo como presidente de la CTA. Ha sido delegado de la Federación Gallega de Fútbol durante la última década. Sin embargo, este ha sido un puesto menor en paralelo a su carrera jurídica, donde trabajó como abogado fiscalista para la empresa Garrigues. Se especializó en asesorar a deportistas y empresas en sus asuntos fiscales.
Soto ha ejercido como árbitro durante las últimas dos décadas. Empezó como árbitro en 2002 y ascendió a Segunda B en 13 años, la tercera división española. Se retiró del arbitraje en 2015 y se convirtió en portavoz del Comité Gallego de Árbitros, y en 2015 se convirtió en delegado de la misma organización. Retomaría el cargo en 2020 durante los últimos cinco años.
Cambios en el horizonte para CTA
Poco después del anuncio, Soto anunció que la reestructuración de la CTA ya estaba planificada. “Estoy muy involucrado con el arbitraje de base”, dijo Soto a Marca, antes de pasar a detallar qué cambios se avecinan.
Lo que existía, que era una junta directiva, será reemplazado por una junta funcional. Además del presidente, habrá un responsable de relaciones institucionales. Habrá un director técnico, que será prácticamente la piedra angular de ese equipo. Habrá un director de VAR, que tendrá un papel muy importante en el sistema. Habrá un director de inteligencia artificial, ya que la IA es esencial en todos los aspectos de la vida hoy en día.
La inteligencia artificial está aquí para ayudar, no para reemplazar. No reemplazará a las personas. Habrá un responsable de fútbol femenino; vamos a darlo todo por el fútbol femenino. Y, por último, habrá un responsable de fútbol sala y fútbol playa. Se creará un comité para unificar criterios.
Transparencia y objetividad
Una de las quejas sobre su predecesor, y la CTA en general, era la falta de transparencia en el sistema de arbitraje. Soto prometió que ese era el objetivo, pero no reveló mucho más.
Actuaremos como un organismo completamente independiente. Quiero que los árbitros confíen en esa independencia. Vamos poco a poco. El objetivo es la transparencia, y avanzaremos poco a poco. Debemos dejar de lado el secretismo.
Continuó afirmando que el arbitraje español estaba entre los mejores del mundo y que aspiraba a convertirlo en la envidia del resto del arbitraje europeo y mundial. Soto también está interesado en incorporar la IA para mejorar las decisiones.