Durante el torneo pasado, la tercera base fue un perenne contratiempo para los Yankees de Nueva York, la pata floja de una mesa que aún así, alcanzó la Serie Mundial. En primera instancia el mánager Aaron Boone apeló principalmente al nativo de Venezuela Oswaldo Cabrera, así como Jon Berti, pero en sus planes no estuvo utilizar al también criollo Gleyber Torres para esa posición.
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Sin embargo, el gerente general Brian Cashman estimó que Torres debía asumir el rol de antesalista, por eso para el 27 de julio trajo vía cambio a Jazz Chisholm Jr. desde los Marlins de Miami. La convicción era que este debía ser el nuevo camarero de los mulos y mover a Gleyber para la antesala.
Desde la perspectiva de priorizar las necesidades del grupo, el proceder del ejecutivo se revistió de sentido, sin embargo, en la pelota existen jerarquías, trayectorias y a pesar de que Torres bajó sus números ofensivos en los tres años previos, bien ganada tenía su estatus en el Bronx, después de todo transitaba por su 8vo año ininterrumpido con ese uniforme. No muchos en la historia se han podido ufanar de eso en la MLB.
Probablemente, esa fue la razón principal por la que el venezolano rehusó cambiarse a la esquina caliente, algo que en algunos medios se ha comentado en tono afirmativo.
Ese parecer también tuvo una lógica sustentable, pues durante su carrera en Grandes Ligas jamás ha jugado la tercera base y en Ligas Menores, solo lo hizo 23 veces, en 22 de ellas como parte de la alineación abridora y estuvo apenas 187 innings, cometió 2 errores, tuvo 40 asistencias, participó en 6 dobleplays y dejó .962 en porcentaje de fildeo.
MLB - Gleyber Torres - Yankees de Nueva York - Tigres de Detroit - Grandes Ligas
Fue un impasse no olvidado, siquiera porque se llegó hasta el Clásico de Octubre por primera vez en 15 años; tan así, que el tema todavía sigue en boga y es motivo de análisis, críticas hacia Cashman por el manejo de la situación que desembocó en la partida del criollo hacia Tigres de Detroit, donde sus números de esta primera parte hacen ver que el proceder de los Yankees fue errado.
Sobre el tema, recientemente se refirieron en la cuenta Kin Knows Ball de la red social X donde estimaron en un tuit que “Brian Cashman y la oficina principal de los Yankees odiaban a Gleyber Torres por hacer exactamente lo que D.J LeMahieu está haciendo ahora: negarse a jugar en tercera base, y aun así, a D.J lo tratan como si hubiera hecho algo para merecerlo”.
Como para echarle más gasolina a la candela, la línea ofensiva de LeMahieu o de Chisholm es como la de Torres, que tiene .284 en promedio de bateo, .386 en porcentaje de embasado, .437 de slugging y .823 de OPS en 72 partidos. Sus dos excompañeros en esos ítems van: uno por .250/.326/.328/.653 a lo largo de 40 juegos ; el segundo en .240/.338/.495/.833 en 55 compromisos.
Hace poco también, el gerente yanqui señaló que cuando adquirió a Jazz lo hizo “para que fuera nuestro segunda base y mover a Gleyber a tercera el resto del año pasado” dijo Cashman.
“Boone quería hacerlo de otra manera. El movió a Jazz a tercera después de que lo adquirimos y mantuvo a Gleyber en segunda base porque Gleyber no quería moverse a tercera y no estaba dispuesto”, añadió.
