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Los Tigres de Detroit atraviesan uno de los peores momentos de su temporada 2025 en las Grandes Ligas. En sus últimos 11 encuentros, el equipo registra un desalentador récord de 1-10, reflejo de una profunda crisis que se ha instalado en el Comerica Park.
Esta racha negativa no es casualidad, ya que los números indican una severa caída en el rendimiento, especialmente en el bateo y la efectividad del pitcheo.
Bajo rendimiento ofensivo y defensivo de Detroit
Durante esta mala racha, los Tigres han ocupado el puesto 29 en promedio al bate dentro de toda la MLB, colocándose casi al fondo de la tabla en esta estadística vital. La falta de producción en la ofensiva ha repercutido directamente en la cantidad de carreras anotadas: el equipo es último en esta categoría, lo que evidencia la incapacidad para generar daño y presionar a los rivales en momentos importantes del juego.
En cuanto a la labor del pitcheo, las cosas no mejoran. Detroit está último en efectividad de pitcheo, un indicador que mide cuántas carreras limpias permiten los lanzadores por cada nueve entradas. Además, en la estadística WHIP, que refleja la cantidad de corredores que permiten por inning, los bengalíes se ubican penúltimos, mostrando que los relevistas y abridores sufren para mantener el control en el montículo.
¿Qué le espera a los Tigres de Detroit?
El panorama para Detroit luce complicado, pero la temporada aún no está perdida. Queda un camino por recorrer y la organización tendrá que trabajar duro para revertir esta crisis. El equipo que al inicio de la campaña parecía bien encaminado hacia los playoffs ahora debe centrarse en corregir errores fundamentales y buscar alternativas para mejorar su producción ofensiva y reforzar su pitcheo.
Si los Tigres logran ajustar sus piezas y encontrar el ritmo que los caracterizó en otras zafras, todavía pueden aspirar a meterse en la pelea por la postemporada. Sin embargo, el tiempo apremia y la paciencia de la afición comienza a agotarse ante esta serie de resultados adversos.