Las Grandes Ligas están llenas de anécdotas y momentos memorables, lo que hace de este deporte uno de los más bonitos del mundo. Para muestra de un botón, un 15 de agosto de 2012 el Safeco Field fue testigo de una hazaña difícil de realizar como el juego perfecto, pero que Félix Hernández logró protagonizar con mucha gallardía.
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MLB - Félix Hernández - juego perfecto
Por aquella temporada, el lanzador venezolano era considerado como uno de los más dominantes del momento. De hecho, dos años antes había conquistado el premio Cy Young de la Liga Americana, por lo que no era descabellado asegurar que su nivel se mantenía en lo más alto.
En dicho compromiso, Félix Hernández retiró a los 27 bateadores de turno, de los cuales 12 fueron por la vía del ponche. Al final, Marineros de Seattle se impuso 1 a 0 a Rays de Tampa Bay bajo un marco ensordecedor gracias a los más de 21.000 aficionados en las gradas. Cabe mencionar que se trató del juego perfecto número 23 en la historia de las Mayores.
Ahora, 12 años después, tanto la ciudad como el propio Rey Félix recuerdan con mucha emoción ese momento. A manera de previa por la temporada 2025, la organización de Seattle reunió al lanzador venezolano con Andrés Muñoz, cerrador del equipo, en un programa especial llamado Wheels Up.
Con la intención de hablar sobre varios temas, el mexicano le preguntó a Félix sobre esa presentación en específico. Y es que según confesó el criollo, en un principio no se sintió tan letal sobre el montículo, aunque sus coaches de pitcheo sí vieron en él algo diferente ese día.
"Durante el juego perfecto yo empecé mal, siempre por debajo de la cuenta. Me acuerdo que cuando estaba calentando Carl Willis me dijo que estaba nasty. Y de repente, boom, juego perfecto. Esa fue la primera vez que me dijeron que estaba nasty mientras calentaba. Ni por la cabeza me pasó eso hasta que llegó el noveno inning", señaló Félix Hernández.
En situaciones especiales como estas, los lanzadores suelen tener su ritual para tratar de mantenerse enfocados, pues la presión y los nervios pueden jugar una mala pasada. Sin embargo, las cosas no sucedieron así con Félix, ya que no fue sino hasta el noveno capítulo cuando se dio cuenta de la enorme situación que estaba protagonizando en Seattle.
"Yo me sentía normal durante todos los innings previos, pero cuando salí del dugout en el noveno se me espelucó el cuerpo entero. Cuando veo que sacaron a dos bateadores emergentes derechos me dije que ya eso estaba listo", comentó el carabobeño.
Luego finalizó: "Ya con dos outs, me puse por debajo de la cuenta con 2-0. No le iba a lanzar por el medio así que usé una slider, porque sabía que le iba a hacer swing. Luego curva. Y por último el cambio. Después que lo ponché me sentí aliviado".