Guillermo Liñares
La temporada 2021-2022 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional ya cumplió su primera mitad. El martes 23 de noviembre se cumplió el primer mes de acción y con ello los ocho equipos su primera parte del calendario, en donde la pelea por estar en enero sigue caliente.
24-25 juegos de los 49 pautados para la presente contienda han sido jugados por los clubes, en otra edición de la LVBP donde no tendremos los ya lejanos 63 juegos que antes conformaban el cronograma.
Sin embargo, una de las cosas que más ha llamado la atención es la poca presencia de fanáticos en los estadios que conforman la liga. Debido a los protocolos de bioseguridad este año solo se permite el 40% del aforo de los recintos, pero ni con un porcentaje menor a la mitad del total de ha visto a fanáticos acudir en masa a los campos.
En el estadio Universitario la mayor cantidad de fanáticos se registró el pasado 18 de noviembre, cuando los Eternos Rivales llamaron a poco más de 6.000 fanáticos. Eso representa menos del 40%, un 30% que no es tampoco despreciable para lo que hemos visto, pero que tampoco llena la cuota permitida.
¿Las razones de esto? Pueden variar, pero un ejemplo es el precio de las entradas. La más económica cuesta ocho dólares en las sillas verdes (con los juegos de Leones como home club) y si además quiere usted disfrutar de algunos aperitivos la cantidad de dinero que debe llevar al estadio oscilaría entre los 40-50 dólares.
Un shawarma cuesta nueve dólares, los pepitos están entre ocho y diez, y si quiere añadir algunas cervezas para calmar la sed están en un dólar. Entre una cosa y otra y dependiendo del lugar que escoja para sentarse, ese es el precio.
El nivel de la liga
En la presente temporada ya hemos visto a 14 peloteros que este año jugaron en Grandes Ligas, mientras otros como el zurdo de los Angelinos de Anaheim, Jhonathan Diaz, se preparan para hacer su estreno con los Leones del Caracas.
Willians Astudillo, José Rondón, William Contreras, Pablo Sandoval o Breivyc Valera han sido big leaguers que se animaron a venir a jugar, otorgándole a la temporada un atractivo que eleva el nivel de competencia. Sin ir más lejos, el año pasado solo fueron 10 los que participaron. Y se esperan más para esta vez.
Prospectos como Brayan Rocchio, Ricardo Genovés, Juan Fernández, Romer Cuadrado o Jesús Vargas también han jugado, dejando buenas impresiones a los amantes de la pelota venezolana.
El punto llamativo ha sido el poco pitcheo. Una abultado 5.36 de carreras limpias por cada nueve innings han permitido los serpentineros. Seis de los ocho clubes presentaron efectividad grupal sobre 5.00 y otros tantos promediaron por encima de .280 con el madero. Una muestra clara de que el bateo ha estado por encima de unos lanzadores a los que le ha costado mucho.
Ejemplos como Néstor Molina, Loiger Padrón o el propio Víctor Díaz de Tiburones de La Guaira han sufrido para retirar a los bateadores. Brazos que en otrora destacaban en el circuito. Eso es sintomático.
Ahora solo falta esperar a la otra mitad de campaña, cuando más se juegan los ocho equipos y buscan ser parte de los cinco invitados a la fiesta del Round Robin.
No hay mucho margen de maniobra.