Aunque los Gigantes y Dodgers parecen ser las mayores amenazas para fichar a la superestrella Aaron Judge, ambos tienen complicaciones potenciales en la búsqueda contra los Yankees, que tienen ventaja para el “Juez” en cuanto a legado, estadio y familiaridad.
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Los Colosos están claramente decididos a hacer esfuerzos y se dice que están "eufóricos" por su visita de esta semana con el recio toletero, pero la idea de que tienen una ventaja como su equipo "de origen" parece engañosa; él es de Linden, California, a dos horas y un estilo de vida de distancia. Pero ahora, Judge vive ahora en Tampa Bay, que es territorio de los Mulos del Bronx.
Los Gigantes ya han intentado antes conseguir grandes estrellas, pero se quedaron cortos con Bryce Harper y fueron rechazados por el amigo de Judge, Giancarlo Stanton. Puede que hayan aprendido del intento de Harper, cuando llegaron tarde y a un nivel bajo, pero el Oracle Park sigue estando en el tercio inferior en cuanto a cuadrangulares, incluso si no podría albergar la mayoría de los súper largos batazo de Judge.
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Por su parte, los Dodgers están mirando a Judge y a los mejores campocortos, y aunque hasta la fecha han recortado 100 millones de dólares de su nómina (Tyler Anderson, Andrew Heaney, David Price, Craig Kimbrel, Cody Bellinger, Joey Gallo, Trea Turner, Justin Turner), parecen interesados en reducir su nómina de 290 millones y también podrían utilizar un parador en corto.
Algunos creen que no les importaría llenar esa necesidad en casa con Gavin Lux, pero mientras mirarán a Judge, incluso en sus momentos más florecientes se especializan en el valor.
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Mookie Betts, con unos 290 millones (el valor de su acuerdo de 365 millones con aplazamientos) y Freddie Freeman, con 150 millones (el valor de su acuerdo de 162 millones), están entre los mejores contratos recientes de la gerencia.
Judge ciertamente no parece que vaya a convertirse en una jugada de valor después de una temporada histórica, al menos al firmar.
Fuente: The New York Post