Iván Holguín López / @ivan_baloncesto
La NBA es sin lugar a dudas la liga de baloncesto más apasionante del mundo, y cuando se llega a la postemporada es cuando más se demuestra. Un claro ejemplo de esto es lo que está ocurriendo en la serie de Finales de Conferencia entre Miami Heat y Boston Celtics.
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Los números de los dos últimos compromisos entre los equipos de Ime Udoka y Erik Spoelstra son una clara señal de que en la postemporada es cuando realmente la NBA se pone en modo defensivo, mostrando que en la campaña regular todo fluye sin tanta rispidez defensiva.
El primer caso y más evidente de todos está en los puntos anotados por cada equipo. Mientras en la temporada regular, Boston Celtics promedió 111.8 puntos por encuentro, en sus dos últimas apariciones solo alcanzó los 102 puntos y 93 respectivamente. Pero el caso de Miami es más preocupante, porque luego de anotar en promedio 110 unidades en temporada regular; en el cuarto y quinto juego de las Finales de Conferencia, el equipo solo ha anotado 82 y 80 puntos respectivamente.
Muestras de una mayor solidez defensiva también se ve en la caída de asistencias de Miami, que solo ha hecho 22 y 14 en los partidos contra Boston, cuando en la temporada regular promediaban hasta 25.5 asistencias por duelo.
Lea también: NBA: Juwan Howard se da el lujo de rechazar el puesto de Los Ángeles LakersPor su parte, Boston, equipo que tomó la ventaja en la serie se ha mostrado evidentemente más fuerte en defensa que en los 82 juegos de temporada regular. En especial en la pintura. En el juego 4, Boston capturó 60 rebotes (en temporada regular promediaron 46); en materia de bloqueos la subida también fue abrupta al dar 11 y 7 tapones en los dos últimos duelos, cuando en temporada regular solo lo hacían en 5.8 ocasiones por partido.
Las lesiones y el desgaste de los dos equipos en la serie son muestra suficiente de la rispidez defensiva, pero estos números lo son mucho más.