Iván Holguin López / @ivan_baloncesto
La NBA fácilmente puede ser considerada como la liga deportiva más organizada del mundo. La reanudación de la temporada 2019-2020 fue un éxito, demostrando que el formato “burbuja” es la mejor opción para reanudar la acción (teniendo 0 contagios por Covid-19 desde que se está disputando la zafra en Disney). Sin embargo, el comisionado Adam Silver y la liga están altamente preocupados, pero no por la pandemia, sino por el rating televisivo, que ha sido el más bajo desde 1988, año en el que se empezó a realizar el conteo de televidentes por juego.
Los números son realmente preocupantes, el primer compromiso de estas finales dejó una cifra de 7.5 millones de espectadores, el número más bajo de televidentes registrado jamás en liga. El anterior récord lo ocupaba el juego 2 de las finales de 2003 entre Spurs de San Antonio y Nets de Nueva Jersey que contó con 8.06 millones de espectadores, es decir, 500.000 televidentes más que en el compromiso 1 de estas finales.
Pero los números en lugar de mejorar cayeron para los siguientes compromisos. Las lesiones de Bam Adebayo y Goran Dragic, aparte del gran dominio de Lakers en el juego 1 hicieron que la audiencia para el segundo de la serie decayera a 6.9 millones de espectadores, lo que suponía nuevo récord. Pero los compromisos 3 y 4 fueron aún peores.
La gran actuación de Jimmy Butler en el juego 3 que significó el primer triunfo para Miami en la serie tan solo fue visto por 5.9 millones de espectadores. Mientras que el juego 4, partido en el que los Lakers pusieron en jaque la serie (3-1 a favor de los californianos) tuvo 5.27 millones personas de audiencia. Quedando extremadamente lejos del partido con mayor audiencia en unas finales de la NBA, que fue de 31.02 millones de espectadores en las finales entre Cavs y Warriors de 2016, en donde el equipo de LeBron James levantó y 1-3.
Existen varios planteamientos realizados por expertos que explican la baja cantidad de espectadores. Algunos señalan la poca paridad de la final como el principal factor de la baja audiencia; otros apuntan al tema político —las protestas raciales que han llevado a cabo los jugadores en la burbuja, que hasta suspendieron la liga por un par de días—; mientras que un último sector señalan a la competencia con la NFL, —deporte rey en audiencia en Estados Unidos—.