La historia de Macaulay Culkin, conocido por su papel icónico en 'Solo en casa', revela una vida alejada de la fantasía que retrata en la pantalla. A pesar de la fama y el éxito temprano, Culkin enfrentó una infancia tumultuosa que lo llevó a lidiar con excesos y una dura batalla contra las drogas.
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El actor, quien cautivó al público en los años 90 con sus papeles cómicos, cayó en una espiral de adicciones y excesos después de alcanzar la fama. A los 14 años, se enfrentó a un complicado divorcio de sus padres, donde la lucha por la custodia lo marcó. Aunque prevaleció en los juzgados, esos eventos dejaron secuelas que lo llevaron a una vida desordenada.
Alcohol, drogas y prostitución ocuparon los titulares, sustituyendo la imagen del niño adorable por una decadente. Además, tragedias familiares, como las muertes de sus hermanas Dakota y Adamson, profundizaron sus desafíos personales.
A pesar de las dificultades, Culkin ha logrado superar su adicción a la heroína y las benzodiacepinas. En 2018, sorprendió al público con su renovada apariencia en el programa de Ellen Degeneres, expresando su gratitud por la nueva vida que ha construido.
Actualmente, el actor se mantiene activo en el mundo del espectáculo, dirigiendo una web de humor y participando en producciones como 'American Horror Story'. Además, disfruta de una vida familiar feliz junto a su pareja, la actriz Brenda Song, con quien tuvo su primer hijo hace poco menos de dos años.