El gobernador de California, Gavin Newsom, descartó públicamente cualquier posibilidad de aprobar una propuesta de ley que prohíba la práctica del fútbol americano a niños menores de 12 años en el estado. Esta idea, impulsada por algunos legisladores californianos, ha generado debate en torno a la seguridad de los jóvenes atletas.
NOTAS RELACIONADAS
Newsom expresó su preocupación por la salud y seguridad de los deportistas juveniles, pero dejó claro que una prohibición total no es la solución que respalda. En un comunicado a Político, el gobernador afirmó: "No firmaré una legislación que prohíba el fútbol (americano) juvenil". Esto pone fin a las esperanzas de los legisladores que buscaban convertir el Proyecto de ley AB 734 en una ley durante el presente año.
La propuesta, liderada por el asambleísta demócrata Kevin McCarty, ha llegado a la Asamblea de California después de ser enviada por un comité legislativo la semana pasada. Aunque existe la posibilidad de someterla a votación en enero, la negativa de Newsom a firmarla reduce significativamente las probabilidades de que se convierta en ley en 2024.
El Proyecto de ley AB 734 ha cobrado impulso este año, en medio de una creciente inquietud por los casos de conmociones cerebrales y el aumento de la popularidad del fútbol americano de banderas. La propuesta contemplaba que los niños practicaran el fútbol americano de banderas hasta los 12 años, proporcionándoles tres años de experiencia antes de ingresar a la escuela secundaria, con el objetivo de reducir el riesgo de daño cerebral asociado al deporte de contacto.
A pesar de la controversia, los defensores de la propuesta argumentan que esta medida protegería la salud de los niños. Sin embargo, ha generado una fuerte oposición por parte de padres, entrenadores y niños, quienes expresaron su desacuerdo durante una audiencia pública en el Capitolio de California. Aunque el proyecto de ley podría avanzar en la Asamblea, la postura firme de Newsom indica que la prohibición total del fútbol americano juvenil no será una realidad en California, al menos en 2024.