El derecho Walker Buehler, dos veces All-Star y campeón de Serie Mundial, y por los que los patirrojos desembolsan una cantidad de 21 millones de dólares esta temporada (el lanzador mejor pagado del equipo), vive una de las etapas más difíciles de su carrera.
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Tras otra salida decepcionante con los Medias Rojas de Boston, el derecho de 30 años reconoció con crudeza: “Siento que estoy luchando por mi lugar en el juego, honestamente… no hay muchos espacios para lanzadores con efectividad de 7.00 en las Grandes Ligas".
Un junio para el olvido
Buehler cerró el mes de junio con una efectividad de 11.07 en cinco aperturas, permitiendo 17 boletos y 17 ponches en apenas 20.1 innings. Su última actuación ante Toronto fue un reflejo de su inconsistencia: cuatro entradas, cuatro carreras limpias, dos jonrones y tres boletos. Actualmente, su efectividad general es de 6.45, la más alta de su carrera, con un WHIP de 1.582.
El diestro firmó la segunda peor efectividad para un abridor de Boston en junio desde 1994 cuando Nate Minchey dejo promedio de 13.26 en junio después de cuatro aperturas.
Problemas en la mecánica
El lanzador atribuye parte de su declive a un ángulo de brazo más bajo de lo habitual, consecuencia de malos hábitos adquiridos tras su cirugía Tommy John. “Cuando estoy bien, mi codo está más adelantado y el brazo más alto. Ahora está bajo, y eso afecta el movimiento de mis lanzamientos”, explicó. Aunque ha trabajado para corregirlo, admite que en situaciones de presión vuelve a sus viejas mecánicas.
¿Última oportunidad en la rotación?
El mánager Alex Cora confirmó que, por ahora, Buehler seguirá en la rotación, en parte debido a las lesiones que afectan al cuerpo de lanzadores. Sin embargo, la paciencia tiene límites. El propio Buehler lo sabe: “Este es un negocio de resultados, y no los estoy consiguiendo.”