Con su apertura de este 5 de julio, Pablo López completó sus primeras 50 presentaciones, todas en calidad de abridor, con el uniforme de los Twins de Minnesota; para él se ha tratado de un camino con algunas altas y bajas pero en líneas generales, bastante positivo y justificando el cambio de solo venezolanos que le trajo desde Marlins de Miami, junto a Byron Chourio y José, por su paisano Luis Arráez que venía de ganar su primer título de bateo.
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En ese medio centenar, el cabimero ha acumulado 293 entradas en la lomita, permitiendo 272 imparables, 139 carreras, 136 limpias, 41 cuadrangulares, ha incurrido en 70 bases por bolas, 1 de ellas intencional, por la guillotina ha pasado a 350, con 19 partidos ganados, 15 perdidos. También ha logrado 1 juego completo.
Ese performance deja en 4.18 su promedio de rayitas merecidas, 1.16 el whip, en 8.4 el promedio de indiscutibles en contra por cada 9 tramos, 1.3 el de jonrones, en 2.2 está el de pasaportes, mientras el de ponches se ubica en 10.8.
Visto esto, desde este lado de la acera imposible es evitar una semblanza con el lanzador nacido en Venezuela más importante que haya estado con los gemelos, Johán Santana, miembro del Salón de la Fama de esta organización.
A pesar de ese gran reconocimiento, el camino del “Gocho” con los Twins no fue sencillo, tampoco como él lo esperaba y el pasado diciembre, durante su asenso a la inmortalidad en el beisbol venezolano, confesó que pidió a su agente consiguiese el modo de que le enviasen de vuelta a Ligas Menores, pues estimó ahí podría ser iniciador a tiempo completo, el único rol que quería cumplir como pitcher.
Así que para recibir esa oportunidad se tuvo que llenar de paciencia y constancia, aprovechó al máximo esas primeras oportunidades, mostró mejoras contundentes, progresivas y en su mismo primer año como integrante pleno de la rotación, ganó el primero de sus 2 Premios Cy Young. Una historia fascinante.
Es por eso que la comparación entre él y su coterráneo la haremos solo desde las funciones de abridor.
Pablo López y Johán Santana, ¡50 no son nada!
Tras esas primeras 5 decenas de aperturas, el de Tovar había terminado 284.1 innings, permitió 258 hits, 38 vuelacercas, , 139 carreras, 130 limpias, ponchó a 279, dio 100 pasaportes y ninguno intencional.
Eso dejó en 4.11 la efectividad, en 1.26 el whip, 8.1 el promedio de indiscutibles por cada 9, 1.2 el de tablazos de cuatro esquinas, 8.8 el de chocolates recetados y en 3.1 el de bases por bolas. Prevaleció en 21 cayó en 11.