David Ferrer y Carla Suárez fueron los dueños de las sonrisas del día para el tenis español en el torneo de Wimbledon, en una jornada pasada por agua que vio despedirse a Nicolás Almagro, Tommy Robredo y Roberto Bautista.
Número cuatro del mundo, Ferrer avanzó a tercera ronda con una trabajosa victoria ante Bautista por 6-3, 3-6, 7-6 (7-4) y 7-5 luego de tres horas.
"Fue un partido muy duro. Roberto hizo un gran partido. Me sentí bien, mejor que en el primer día", dijo Ferrer, que sueña no sólo con seguir creciendo en la hierba del All England Club, sino también con lo que mostrará el ranking de la ATP después de Wimbledon.
"Es un sueño ser el número tres del mundo. Estoy feliz. Era algo realmente muy difícil, muy complicado, creo que quedaba muy lejos, y sin embargo lo pude conseguir", celebró Ferrer, que gracias a la derrota del suizo Roger Federer en segunda ronda alcanzará la mejor posición de su vida en el escalafón.
"Me pude superar a mí mismo. Cuando uno se supera a sí mismo en su trabajo, en su vida personal, pues tiene satisfacción. Obviamente mi vida no cambia, no dormí ni mejor ni peor: dormí igual. Pero haberme superado a mí mismo me enorgullece", comentó el español, que no quiere perder de vista su duelo de mañana ante al ucraniano Alexandr Dolgopolov, para el que prometió un tenis ofensivo.
"Si intento esperar su fallo aquí en hierba estoy muerto", dijo el español, que arrastra un esguince de tobillo por una caída en primera ronda, pero negó que eso pueda condicionarlo.
"Tengo un poco de dolor, un esguince, pero igual puedo jugar a tope. Estoy bien. Todos jugamos siempre con algún dolor", sostuvo la principal carta del tenis español tras la eliminación de Rafael Nadal.
También sueña Suárez, que superó su mejor actuación en Wimbledon al vencer a la francesa Eugenie Bouchard 7-5 y 6-2.
Mientras la mayor parte de sus rivales no pudo completar aún la tercera ronda, la española espera ya instalada en octavos de final.
Su próximo rival saldrá de la ganadora del encuentro entre la checa Petra Kvitova, campeona en 2011 en Wimbledon, y Ekaterina Makarova, que debió ser suspendido por falta de luz con ventaja de 2-1 y quiebre para la rusa en la tercera manga.
Robredo no pudo dar una nueva sorpresa y alcanzar por primera vez los octavos al caer ante el británico Andy Murray con parciales de 6-2, 6-4 y 7-5, en un encuentro jugado bajo techo retráctil y con luz artificial en la cancha central.
"Ha sido un buen partido. No me puedo reprochar nada. Creo que Andy en esta superficie ha sido muy, muy superior a mí, pero igualmente le he puesto las cosas lo más complicado que he podido", comentó Robredo, que jugó hoy su primer partido en la que es considerada la catedral del tenis.
"Es un jugador que siempre te pone muchísima presión, cada punto, cada bola", dijo sobre Murray el número 31 del ranking, que adelantó que tendrá como objetivo meterse entre los 20 mejores en la segunda parte de la temporada.
Almagro, número 16 del ranking, tampoco pudo superar por primera vez la barrera de la tercera ronda y se despidió con una derrota por 7-6 (8-6), 6-3 y 6-4 ante el polaco Jerzy Janowicz en el segundo turno de la cancha central.
Fernando Verdasco fue el único español que no pudo ver acción hoy y su encuentro por la tercera ronda ante el letón Ernests Gulbis fue pospuesto para mañana, si el clima lo permite. / DPA
