Redacción Meridiano
Alberto Winckelmann era un hombre pájaro con varias hazañas en salto base, su dominio del viento y su destreza para domar la gravedad quedarán en la memoria. En Venezuela dejó su estela en el aire de Mérida con un inolvidable salto desde el teleférico Mukumbari, el más largo del mundo.
Alberto, junto Chris Gadler, se embarcaron en una aventura inédita: saltar desde el teléferico más largo del mundo. Se montaron en el sistema de cable y, a punto de llegar a Pico Espejo, el teléferico se detuvo al alcanzar los 4.050 metros sobre el nivel del mar.
Alberto salió desde la escotilla del vagón para empotrarse en el techo y desde allí hacer un salto inédito. Se encontraba suspendido en el vacío sobre una lata de metal a solo 180 metros desde la cabina hacia el suelo montañoso que le esperaba debajo.
Al momento de saltar solo tenían segundos para reaccionar y abrir el paracaídas. Sin pensarlo, junto a Chris, se abalanzaron al abismo sin titubear e hicieron historia: los dos primeros venezolanos en realizar un salto BASE desde el teleférico del Mérida. Una hazaña que será parte de su legado.