La NFL está de luto tras conocerse el fallecimiento de Luis Sharpe, ex tackle ofensivo de los Cardinals, quien murió este 12 de julio a los 65 años de edad. La noticia fue confirmada por su esposa, Tameka Williams‑Sharpe, a través de redes sociales. Sharpe fue una pieza fundamental en la línea ofensiva de la franquicia durante 13 temporadas, destacando tanto en su etapa en St. Louis como en la posterior mudanza del equipo a Arizona.
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Una carrera sólida como tackle de élite en la NFL
Luis Ernesto Sharpe nació en La Habana, Cuba, pero creció en Detroit, Michigan. Se formó como atleta en Southwestern High School y luego jugó fútbol americano universitario en UCLA, donde fue seleccionado al equipo ideal All‑Pac‑10 en 1981. En el Draft de la NFL de 1982, fue elegido en la primera ronda por los St. Louis Cardinals como la selección número 16 global.
Sharpe disputó un total de 189 partidos en la NFL, todos como titular, lo que refleja su durabilidad y consistencia en el emparrillado. Fue seleccionado al Pro Bowl en tres ocasiones consecutivas (1987, 1988 y 1989), y además fue incluido en el segundo equipo All-Pro en 1988 y 1990. En 1985, durante una breve interrupción de la NFL, también jugó en la USFL con los Memphis Showboats.
Su presencia en la línea ofensiva fue determinante para proteger a los mariscales de campo de la franquicia durante más de una década, siendo uno de los pilares del equipo durante los años más complicados de transición geográfica y deportiva.
Lucha personal, redención y legado fuera del campo
Luego de retirarse en 1994, Sharpe atravesó una etapa muy difícil en su vida personal. Luchó contra la adicción a las drogas, fue arrestado en múltiples ocasiones e incluso llegó a estar en prisión. Sin embargo, en 2015 logró encontrar la sobriedad tras regresar a Michigan y, desde entonces, dedicó su vida a ayudar a otras personas en procesos de rehabilitación.
Trabajó como consejero en una clínica para personas con problemas de adicción y también participó activamente en programas de salud mental para exjugadores de la NFL, colaborando con la organización Hall of Fame Health. Su historia de superación lo convirtió en un ejemplo para muchos, incluyendo su propia hija Rebekah, con quien participó en conferencias para compartir su experiencia.
Luis Sharpe falleció debido a una insuficiencia cardíaca, según informaron medios locales. Murió en paz y rodeado de su familia. Su legado como atleta y como ser humano perdurará tanto en Arizona como en Detroit, donde es recordado no solo por su fuerza en el campo, sino por su capacidad de levantarse después de tocar fondo.
Su vida demuestra que las verdaderas batallas no siempre se libran en el terreno de juego, y que la redención también puede ser parte de la grandeza. Descanse en paz, Luis Sharpe.
