El despido de Dennis Allen como entrenador en jefe de los New Orleans Saints ha generado numerosas reacciones, y el gerente general del equipo, Mickey Loomis, salió en defensa de su excolaborador, señalando que varios factores externos contribuyeron a los malos resultados del equipo en la temporada.
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Loomis destacó especialmente el impacto de las lesiones y la presión constante a la que estuvo sometido el equipo, explicando que estos problemas fueron determinantes en el rendimiento de los Saints.
Demasiadas lesiones en el equipo
Según Loomis, las lesiones han sido una de las principales causas del mal desempeño de los Saints este año. En particular, mencionó que jugadores fundamentales, incluyendo el mariscal de campo Derek Carr, pasaron tiempo fuera de la alineación debido a diversas lesiones. Este escenario dejó al equipo en una situación de vulnerabilidad, reduciendo su capacidad de competir al más alto nivel. Además, varias otras figuras clave del equipo fueron colocadas en la lista de reservas por lesiones, limitando las opciones del cuerpo técnico para planificar estrategias y rotar jugadores durante los partidos.
La ausencia de estas piezas esenciales fue un obstáculo importante para el equipo, que se vio obligado a buscar alternativas entre los suplentes. Sin embargo, Loomis señaló que la falta de tiempo para adaptarse a estos cambios y la reducción de opciones tácticas afectaron la capacidad de Allen para guiar a los Saints de manera efectiva. “Es difícil ver cómo un equipo puede competir sin varios de sus titulares”, afirmó el gerente general.
Presión y estrés sobre el equipo y su entrenador
Loomis también señaló la alta presión como un factor que contribuyó al desgaste de Allen y su equipo técnico. La exigencia de resultados inmediatos, tanto de los fanáticos como de la organización, incrementó la tensión en torno al cuerpo técnico, según el GM. Loomis subrayó que esta presión, junto con el ambiente de alta competitividad de la NFL, dificultó aún más la labor del entrenador. A su juicio, el clima de “presión y estrés” no solo afectó el desempeño del equipo, sino que también contribuyó a la decisión de buscar un cambio en el liderazgo.
Algunos críticos han señalado la falta de disciplina dentro del equipo como otro de los motivos que llevaron al despido de Allen, llegando a criticar aspectos como el estacionamiento de los jugadores y la organización interna. Loomis desestimó estas acusaciones como “ridículas” y defendió que bajo el liderazgo de Allen el equipo mostró un buen nivel de disciplina, siendo uno de los menos sancionados de la liga. Además, afirmó que las críticas en torno a la organización de los Saints no reflejan la realidad del equipo ni la ética de trabajo que Allen promovió.
A pesar de su apoyo hacia Allen, Loomis reconoció que el cambio en el liderazgo era necesario. El equipo ha nombrado a Darren Rizzi como entrenador interino, confiando en que pueda revitalizar al equipo de cara al resto de la temporada. Loomis espera que el cambio de mando permita al equipo recuperarse y aprovechar al máximo los partidos restantes, buscando una mejor posición en la conferencia.