Los New Orleans Saints anunciaron este lunes el despido de su entrenador en jefe, Dennis Allen, tras una devastadora derrota de 23-22 ante los Carolina Panthers el pasado domingo. Esta decisión marca un cambio significativo en la dirección del equipo, que ha enfrentado una racha de siete derrotas consecutivas y se encuentra en una situación crítica en la temporada 2024.
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Con una marca de dos victorias y siete derrotas, los Saints comparten el peor registro de la NFC junto a los Panthers y los New York Giants, lo que ha intensificado las preocupaciones sobre el futuro inmediato de la franquicia.
El equipo indicó que el nuevo entrenador en jefe será Darren Rizzi quien hasta ahora se venía desempeñando como coach de equipos especiales dentro de la franquicia.
La complicada racha de los Saints
El despido de Allen es un reflejo de la compleja realidad que vive el equipo de New Orleans. Después de iniciar la temporada con dos victorias consecutivas, la esperanza de que los Saints volvieran a competir en los primeros puestos de la división se desmoronó rápidamente.
La derrota contra Carolina fue la séptima consecutiva, una racha que ha empujado al equipo al último lugar de la división Sur de la Conferencia Nacional (NFC). Este tropiezo final fue visto como la gota que derramó el vaso, dejando en evidencia las deficiencias que han caracterizado la gestión de Allen como entrenador en jefe.
Dennis Allen asumió el cargo de entrenador en jefe de los Saints en 2022, luego de una larga carrera dentro del equipo como coordinador defensivo. En su primera temporada, los Saints terminaron con una marca de siete victorias y 10 derrotas, quedando en tercer lugar de su división y sin opciones de llegar a la postemporada. Sin embargo, en 2023, los Saints lograron mejorar con nueve victorias y ocho derrotas, lo que los colocó en el segundo lugar de la división, aunque nuevamente sin clasificar a playoffs.
Allen cierra su etapa como entrenador en jefe de los Saints con un registro de 18 triunfos y 25 derrotas, un desempeño que finalmente resultó insuficiente para cumplir con las expectativas de la franquicia y de la afición. Su historial en la NFL incluye una experiencia previa como entrenador de los Oakland Raiders entre 2012 y 2014, donde tampoco alcanzó el éxito esperado, acumulando un récord de ocho triunfos y 28 derrotas antes de ser despedido.
Futuro incierto de los Saints
Tras el despido de Allen, los Saints aún no han designado a un sustituto. La necesidad de un cambio estratégico es imperiosa, especialmente considerando que el próximo partido será contra los Atlanta Falcons, líderes de la división con un récord de 6-3.
Con esta decisión, la directiva del equipo parece buscar un golpe de efecto para revertir la temporada y aspirar, aunque de manera remota, a los playoffs. Sin embargo, el camino no será fácil; los Saints deberán construir una racha de victorias en lo que queda de la temporada regular para lograr esta meta.
Un dato curioso en la carrera de Allen es que en ambas ocasiones en las que fue despedido, tuvo como quarterback principal a Derek Carr, quien también lideraba el equipo durante su paso por los Raiders. Esta coincidencia resalta cómo los problemas en la gestión ofensiva podrían haber sido un factor constante en sus etapas como entrenador en jefe.
El despido de Dennis Allen pone fin a una etapa de tres años que no cumplió con las expectativas de éxito que la franquicia y la afición de los Saints esperaban. Con una temporada que parece perdida, el equipo de New Orleans afronta una dura realidad, con la esperanza de encontrar en un nuevo liderazgo la chispa que les permita, eventualmente, regresar al camino de la victoria.