La palabra equipo encabeza todo lo que propone José Pékerman. Su idea tiene al colectivo como epicentro. La construcción de un grupo fuerte es uno de sus objetivos y la sensación que da es que está en un punto en el que su obra, aún está en proceso de prueba.
Justamente, una prueba fuerte será Islandia, la primera selección a la que se enfrenta este jueves la selección nacional en el primer amistoso pautado de la fecha FIFA.
El equipo se ha concentrado desde el día domingo en Viena. Allí la selección anunció la incorporación de Mikel Villanueva, defensa del Vitória portugués, en la convocatoria tras una rotura fibrilar grado 1 del lateral Miguel Navarro.
Otra baja que tendrá la selección será la del portero Wuilker Fariñez. El portero del Lens no entró en la convocatoria del seleccionador argentino, luego de que a principios de junio sufriera una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, por lo que tuvo que ser sometido a una cirugía.
Después de la victoria lograda ante Mata y Arabia Saudita gracias a otro gol de Salomón Rondón y un punzante Yeferson Soteldo, Pékerman ya comienza a tener ciertos núcleos definidos en sus listas de convocatoria.
En la relación de 25 convocados para los dos partidos en los que Venezuela, Pékerman ha dejado pistas de qué internacionales pueden acudir sin falta a sus convocatorias incluso si no son muy utilizados en sus equipos.
Salomón Rondón, el máximo artillero de la selección (35 pepinazos) ha perdido por el momento las chances de titularidad en el Everton de Frank Lampard, pero en la selección con sus goles se ha ganado su condición de intocable. Para el técnico supone una veta de fiabilidad en la ofensiva por su experiencia y como veterano aglutinador de jóvenes a la hora de hacer grupo.
Aunque, en esta convocatoria Pékerman también deja algunas sorpresas. Una de ellas fue el central Theo Quintero, de la segunda división de Bélgica. Una incorporación que también indica que el seleccionador busca jóvenes para la próxima cita de eliminatorias.
Este partido de eliminatorias será un buen barómetro para la selección, pues Islandia es un hueso duro de roer.
Islandia es de esas selecciones que hacen de la defensa su manera de vivir y que pondrá a prueba la paciencia de la selección venezolana y sus argumentos para desactivar a rivales agazapados.
No es la Islandia radiante que llegó a los cuartos de la Euro de 2016 o que se estrenó como mundialista en Rusia. Pero sí es un equipo rocoso, áspero, agresivo... Y un rival al que nunca hemos enfrentado.