"El fútbol venezolano no compite en la Libertadores ni en la Sudaméricana". Es una frase materializada por el rendimiento de los equipos venezolanos en ambas competiciones. Desde el 2009 ningún equipo ha vuelto a alcanzar los cuartos de final de la Libertadores (Caracas FC) y desde el 2019 ningún equipo ha pasado de octavos en Sudamericana (Zulia FC). Una dura realidad.
El presidente Akram Almatni ha viajado a Ecuador para forjar una alianza con la LigaPro e intentar cambiar esa situación.
El presidente ha charlado con Miguel Ángel Moor, presidente de la liga ecuatoriana, para crear competencias que permitan el roce entre clubes sudamericanos.
El fútbol venezolano produce jugadores con un enorme talento que aún requieren de una competitividad superior: necesitan jugar más partidos contra equipos extranjeros para tener la experiencia cuando compitan en los torneos de CONMEBOL.
Un beneficio invisible.
Ambos presidentes aún están discutiendo cuándo sería el torneo, pero se ha dejado entrever que esta competición se jugaría entre diciembre y enero: "para servir de preparación a los equipos que tengan citas continentales de Copa Libertadores y Sudamericana", dice el comunicado de prensa.
El objetivo parece claro: desarrollar la competitividad. Partidos que permitan a los clubes la posibilidad de prepararse mejor para los torneos internacionales y obtener mayor beneficio económico al llegar más lejos en cada competencia.
Todavía no tiene un formato claro, pero es seguro que los equipos seleccionados serán aquellos que clasifiquen en sus ligas para las competiciones internacionales.
Lo que sí se sabe es que se disputará en cinco sedes: Quito, Guayaquil, San Cristóbal, Lima y Montevideo.
Así el fútbol venezolano está ante un beneficio invisible -aún no es una realidad-. Dependerá de los dirigentes y las entidades, que esta promoción de más partidos se traduzca en una verdadera política para el largo plazo.
En teoría mejorará a los clubes deportivamente previo a sus competencias internacionales y mejorará al fútbol venezolano como producto.
La oportunidad está servida, pinta para golazo, para ayudar al fútbol venezolano a volver a competir en el fútbol internacional y remover ese tatuaje burlón que se lleva desde hace tiempo. La Liga Futve está en la búsqueda de la competitividad para mejorar su producto: el fútbol venezolano.