LaLiga, junto a la European Leagues y el sindicato de futbolistas FIFPro, ha interpuesto una demanda contra la FIFA ante la Comisión Europea, acusándola de abuso de posición dominante en la gestión del calendario de partidos, particularmente tras la reciente creación del Mundial de Clubes que se celebrará el próximo verano.
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Los demandantes sostienen que la FIFA ha operado en beneficio propio sin considerar las repercusiones para las ligas nacionales y los jugadores. Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha expresado su desacuerdo con el Mundial de Clubes, enfatizando que la imposición de decisiones, como esta, representa un abuso de poder que infringe las normativas de la Unión Europea. La crítica también recae sobre la falta de diálogo con las ligas, lo que plantea preocupaciones sobre un posible conflicto de intereses.
Durante una conferencia en Bruselas, representantes de FIFPro Europa y de ligas como LaLiga y la Premier League argumentaron que el calendario internacional, tal como está diseñado actualmente, no considera las necesidades legítimas de las ligas nacionales. Se demandó un enfoque más transparente y colaborativo que respete el bienestar de los jugadores y la sostenibilidad de las competiciones locales.
Mathieu Moreuil, director de relaciones internacionales de la Premier League, subrayó que los futbolistas han manifestado su preocupación por la saturación del calendario y la creciente cantidad de partidos. "Es un punto crítico. El fútbol ha cambiado, pero la gobernanza sigue anclada en normas obsoletas", aseguró Moreuil, pidiendo por un calendario equilibrado que contemple las opiniones de todos los actores involucrados.
FIFA mantiene su postura
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, defendió la capacidad de la organización para gobernar el fútbol a nivel mundial, argumentando que la FIFA financia el deporte a nivel global y que su calendario es esencial para la supervivencia del fútbol internacional. La FIFA sostiene que el calendario actual fue aprobado por unanimidad por representantes de todas las confederaciones, lo que incluye a Europa.
"Nuestra misión es organizar eventos y competiciones y desarrollar el fútbol en todo el mundo porque el 70% de las Asociaciones Miembro de la FIFA no tendrían fútbol sin los recursos que llegan directamente de la FIFA", sentenció Infantino.
Por su parte, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, ha asegurado que el calendario "ha llegado a su límite, pero ¿Quién se queja? Los que ganan los salarios más altos y los equipos con una plantilla de 25 jugadores de alto nivel. Los que tienen salarios más bajos y apenas once jugadores no se quejan; les encanta jugar".
Sin embargo, para LaLiga y FIFPro, esta situación es insostenible. La demanda busca proteger no solo los intereses de los futbolistas, sino también la esencia del fútbol de clubes y su viabilidad a largo plazo. Con más de 50,000 jugadores profesionales y 2,000 clubes implicados, este caso podría sentar un precedente en la regulación del deporte y en la protección de los derechos de los trabajadores del fútbol. La lucha sigue, y el desenlace de esta batalla legal puede redefinir el futuro de las competiciones futbolísticas en Europa y más allá.