El sueño de albergar el Mundial 2030 en España no tiene nada de claridad. Según informa el diario MARCA, la paciencia de numerosos dirigentes del fútbol mundial ha llegado a su límite ante la constante incertidumbre y los escándalos que han rodeado la candidatura española durante el último año.
NOTAS RELACIONADAS
Desde marzo del pasado año, el fútbol español ha estado caminando sobre la cuerda floja. Sin embargo, la falta de claridad en la designación de las sedes y los movimientos inesperados en torno a ciudades como San Sebastián y Vigo ha puesto un alerta. Hasta la fecha de hoy, ninguna de las ciudades propuestas puede considerarse una sede definitiva, señalando la confusión que aún persiste.
La FIFA toma cartas en el asunto
La FIFA, como máxima autoridad organizadora del Mundial desde la edición de Qatar, se reserva el derecho de intervenir y modificar las decisiones del comité organizador, incluso después de la aprobación inicial del proyecto. Esta disposición será ejercida en las próximas semanas, con un análisis minucioso de todo lo acontecido en torno a la selección de sedes.
El organismo rector del fútbol mundial examinará con criterios estrictos y objetivos las condiciones de cada estadio y cada ciudad. Los recientes acontecimientos, especialmente la exclusiva publicada por ElMundo, han puesto en duda la transparencia y el rigor de las evaluaciones previas, acelerando una intervención que la FIFA suele realizar mucho más cerca de la fecha del torneo.
La confianza en la gestión del fútbol español se ha desgastado significativamente tras la filtración de documentos internos y la confirmación de grabaciones en reuniones de trabajo. Este clima de desconfianza obliga a la FIFA a actuar con diligencia y rapidez para garantizar la integridad del Mundial 2030.
Un año sobre la cuerda floja
La incertidumbre sobre el Mundial 2030 es la culminación de una etapa plagada de acontecimientos negativos para el fútbol español. La crisis se desató con la sorprendente intervención de la Guardia Civil en un entrenamiento de la selección española, en el marco del 'caso Brody' que investiga presuntos casos de corrupción y que involucra a Luis Rubiales. El caso sigue abierto.
Posteriormente, la tensa disputa entre el Consejo Superior de Deportes (CSD) y Pedro Rocha por la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), marcada por la investigación en el mismo 'caso Brody', añadió más inestabilidad. La inhabilitación de Rocha y la posterior elección de Rafael Louzán no lograron calmar las aguas.
Las injerencias políticas también generaron fricciones con la UEFA y la FIFA, quienes recordaron al gobierno español la autonomía del mundo del fútbol. La creación de una comisión de control del fútbol español por parte del CSD fue especialmente mal recibida a nivel internacional.
En el contexto del Mundial 2030, la filtración de la posible renuncia del Atlético de Madrid y su estadio Metropolitano, uno de los pilares de la candidatura, generó gran sorpresa. Sin embargo, la mayor preocupación radica en la falta de claridad y criterio en la valoración de las ciudades aspirantes a ser sedes.
La FIFA exige explicaciones
Aunque no se habla de corrupción directa en la designación de sedes, sí se cuestiona el "mal uso de la designación". La FIFA exigirá una revisión exhaustiva de todo lo sucedido y una explicación detallada de los criterios de evaluación aplicados.