Samuel Aldrey | @SamuelAldrey
Christian Eriksen vuelve a vestirse la camiseta de Dinamarca después de sufrir una parada cardíaca mientras jugaba con su país en la Eurocopa el pasado mes de junio.
Eriksen, de 30 años, regresó por primera vez a la selección de Kasper Hjulmand la semana pasada, tras haber estado sin equipo durante los parones internacionales de septiembre y noviembre.
Kasper precisamente apuntaba en la previa que lo de Eriksen es "una historia que trasciende al fútbol. Es el mejor futbolista danés de la última década y nuestro amigo ahora puede volver a hacer lo que más le gusta: jugar al fútbol", explicó en la rueda de prensa previa al amistoso.
Así Eriksen esperó su momento en el banquillo. Pasaban los minutos y los neerlandeses ya tenían 3-1 en el marcador.
El corazón le pedía entrar al ritmo de un tucún-tucún controlado por un desfribilador automático. Kasper lo llamó para entrar. Así que Eriksen se acercó al cuarto árbitro; le dio la mano, mientras tomaba un sorbo de agua, le mostró los tacos, miró otra vez su dorsal en el cartel electrónico y salió al campo en sustitución de su compañero Lindstrom.
La tribuna le dio un sorbo de lo que más le gusta: estar en el césped y recibir el calor de la afición.
Los recibió con aplausos e inmediatamente aceleró el ritmo para dar comienzo a la dinámica con el balón. Se concentró en lo venía a hacer: jugar al fútbol.
Solo le tomó dos minutos para hallarse en el área, recoger un pase hacia atrás de Olsen y , de primera, meterle un golazo con el borde interior al arquero neerlandés.
Un golazo, que paró los corazones de los fanáticos; el de Eriksen hacía tucún-tucún, a un ritmo altísimo, pero ya no había preocupación... Solo había felicidad.
Un golazo, en el primer balón que tocaba en el partido y el primero que veía con la selección después de abandonarla en contra de su deseo. Un gol que pone los pelos de punta, un gol de desfribilador.
Ante todos los pronósticos.
Su participación en la selección había estado en duda, al haber dado positivo por COVID-19 en la víspera del partido de la Premier League del Brentford contra el Leicester City el pasado domingo.
Sin embargo, tomó sus maletas y se fue con la selección danesa a su partido amistoso contra Holanda.
Eriksen firmó un contrato a corto plazo con el Brentford en la ventana de transferencias de enero, después de rescindir mutuamente su contrato con el Inter de Milán debido a las normas de la Serie A sobre desfibriladores cardioversores implantables (DCI).
Ha disputado tres partidos de la Premier League con el Brentford, siendo titular en sus dos últimos encuentros, contra el Norwich City y el Burnley, ambos ganados por su equipo. Eriksen dio una asistencia a Ivan Toney en la victoria por 2-0 sobre el Burnley.
Antes de su fichaje por el oeste de Londres, Eriksen habló de su deseo de volver a la selección nacional y representar a su país en la Copa Mundial de Qatar a finales de este año.
"Mi objetivo es jugar en el Mundial de Qatar. Quiero jugar. Esa ha sido mi mentalidad todo el tiempo", dijo el ex centrocampista del Tottenham Hotspur.
"Es un objetivo, un sueño, que me elijan es otra cosa. Pero mi sueño es volver.
"Estoy seguro de que puedo volver porque no me siento diferente. Físicamente, vuelvo a estar en plena forma".
Con el segundo gol de Steven Bergwijn, Holanda se impuso en el amistoso por 4-2. Antes, Nathan Ake y Memphis Depay marcaron para los locales y Jannik Vestergaard anotó para el equipo visitante.
Un gol que lo acerca a Qatar 2022 / EFE
Pero nadie se preocupó por el partido. Todos veían con una sonrisa el regreso de Eriksen con Dinamarca, el danés volvió a vestir su corazón con la camiseta de su país nueve meses después y piensa en Qatar.