Manuel Vargas | @MA_Vargas7
Alemania dejó claro desde el comienzo que este equipo joven vino a demostrar todo lo que vale en esta Copa Confederaciones de Rusia 2017; sin embargo a su juventud se le combina la desidia que a veces tiene la inexperiencia. Australia hizo sudar de más a unos alemanes que terminaron ganando con mucha suficiencia, por 2-3, pero con más complicaciones de las que esperaban.
Los teutones se complicaron la vida más de lo esperado ante una Australia que mostró muy poco, pero se aprovechó de un despistado Bernd Leno, que fungió de gran ayudante, para facturar sus pocos acercamientos al marco rival.
Tras el pitazo inicial se comprobaron los presagios, buenos y malos según se mire, pero muy acertados. Alemania dominaba a placer y rápidamente justificó su supremacía poniéndose en ventaja gracias a Lars Stindl. Cuando algunos se estaban acomodando en su asiento, Julian Brandt realizó una gran jugada por la derecha y su pase de la muerte fue bien recibido por el “13” alemán que de un toque abrió el marcador.
Después lo que siguió fue un monologó por parte de los campeones del mundo. Julian Dráxler maniobraba, disfrutaba, jugaba y hacía jugar a sus compañeros; Leon Goretzka fue su gran ayudante y Brandt había convertido, para ese momento, en una autopista la banda derecha. Los ataques se daban uno tras otro; con Mathew Ryan salvando las que podía, y Sandro Wagner y Brandt desperdiciando cada uno de ellos como si de un joven tirando sus ahorros se tratara. En el momento cuando todos se preguntaban cuando llegaría el segundo de los teutones apareció el fútbol para darle una cruel cachetada a su juvenil rostro.
Como si de otro partido se tratara, en una jugada aislada, Tommy Rogic se arriesgó yéndose ante el peligro él solo y lo que siguió fue de fortuna pura. El “23” le pegó desde fuera del área con total desesperación, su disparo salió muy desviado, pero en el caminó dio en un rival, luego le cayó de nuevo a Rogic, quien le volvió a pegar y esta vez la ayuda se la ofreció Leno, a quien se le escapó el balón por debajo de los brazos para poner el 1-1 en la pizarra.
Los oceánicos, que representan esta vez a Asia, todavía saltaban de alegría por le empate cuando en una jugada trabada Goretzka cayó en el área, el árbitro pitó el penal y Draxler anotó con sangre fría, todo cuando moría la primera mitad.
En la segunda parte el dominio alemán siguió siendo la marca de casa, de hecho así lo justificaron en el tanteador. Joshua Kimmich se vistió de mediapunta por un instante y mandó un pasé milimétrico por encima de toda la defensa rival que Goretzka se encargó de guardar en el fondo de la red.
Nuevamente Alemania dominaba, pero la dejadez de los jóvenes teutones volvió a mezclarse con su dominio abrumador en el terreno de juego; aunque con eso llegaron las ganas de los australianos y, como no, el VAR también hizo su aparición.
Un mal disparo de tiro libre de Aaron Mooy terminó dando en la barrera, Rogic recogió el rebote y su trallazo le dio en el pecho a Tomi Juric, el balón fue hacia la portería y Leno lo detuvo con mucha displicencia, el rechace le cayó en los pies al mismo “9” que anotó el descuento. Una vez más Leno ayudó a los oceánicos con sus nervios y un flojo despeje. El VAR pudo salvarlo, pero se vio muy claro que el balón dio en el pecho de Juric.
Lo que siguió fue el mismo dominio infructuoso de los alemanes, que botaban sus oportunidades, con los ataques esporádicos de los australianos, que le metían mucho miedo al cuerpo de los europeos. Así se fue el partido y los alemanes se llevaron sus primeros tres puntos.
Joachim Löw dijo que está Confederaciones era para probar algunos caras nuevas de cara al Mundial de 2018. Ciertamente, se comprobó que hay mucho material bueno y que el juego está pese a que las caras cambien; sin embargo también hay mucho trabajo por delante porque aunque los jóvenes dominan tienen que aprender que el partido dura 90 minutos y la concentración siempre es clave.
Alemania espera poder agregar esta Copa en amplio su palmarés. Por ahora, han dado el primer paso y, aunque con uno que otro traspiés, lo han dado muy bien.