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La presentadora cubana Lili Estefan, mantuvo recientemente una profunda conversación con Don Omar, en la que hablaron sobre el cáncer que padeció el cantante y cómo fue dicha travesía.
Asimismo, el reggaetonero dio detalles de la lucha que inició cuando supo el diagnóstico, para mantenerse firme mentalmente y poder salvar su vida. Recordemos que, a mediados del mes de junio, el boricua anunció que tenía cáncer.
Al día siguiente, el artista tranquilizó a sus fanáticos afirmando que estaba sano, luego de practicarse una extenuante operación en Miami, Estados Unidos. Todo eso lo contó en la entrevista con Lili, quien no contuvo el sentimiento cuando recordó una situación similar que vivió.
"La vida te cambia para siempre"
En medio del diálogo, la cubana trajo a colación el malestar de salud que vivió su compañero Raúl de Molina hace casi 20 años, cuando también sufrió de cáncer de riñón, mismo que había atacado al intérprete de “Danza Kuduro”.
“Yo viví esto al lado de Raúl. Raúl tuvo cáncer hacia casi dos décadas atrás y nunca se me olvida la noche que me llamó y me dijo: ‘Tengo que hablar contigo’. Y me cuenta que llegó al doctor con un dolor de espalda”, comenta Estefan.
“Raúl tenía molestia y cuando llega, le dicen: ‘Tienes cáncer, el único problema que tengo es que tienes demasiado sobrepeso y no me atrevo a operarte porque siento que te me vas a quedar muerto en la mesa de operaciones”, añadió la periodista.
Asimismo, no pudo evitar hablar del choque emocional que pasa el ser humano cuando obtiene este tipo de diagnósticos. “Cuando uno recibe noticias así en la vida, la vida te cambia para siempre”, recalcó.
En dicha entrevista, ‘The King of Kings’ habló del miedo que sintió cuando comenzó a presentar síntomas extraños en su cuerpo. “Me estaba sintiendo muy enfermo, tenía mucha fiebre, mucho dolor de cuerpo y sentía que algo no estaba bien”, comentó, haciendo caso omiso a las señales enviadas por su cuerpo.
Las alarmas sobre que algo estaba mal seguían activas y no podía ignorarlas más. “Comencé a tener hemorragia interna que se estaba reflejando en mi orina. Estuve alrededor de dos o tres semanas super asustado”, sentenció.