Este martes 27 de septiembre se llevó a cabo en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, el concierto tan esperado de Daddy Yankee. Muchas eran las expectativas de los fanáticos sobre este concierto, todo lo contrario a lo que antes y durante el evento sucedió.
Las redes sociales estallaron luego de que desde antes de iniciar el show, había un descontrol para acceder al recinto, muchas personas ingresaron a la fuerza, y otros fueron dispersados con bombas lacrimógenas. Además, las quejas no pararon cuando una gran cantidad de personas sin boleto pudieron entrar, mientras que otros que habían pagado para ver al “Big Boss” se quedaron por fuera.
Lea también: ¡Olga viva Olga! La mujer de fuego ya está en Venezuela
La organizadora del evento, Bizarro Live Entertainment, comunicó a eso de las seis de la tarde (hora de Chile) que debieron cerrar algunos accesos producto de los desórdenes ocurridos. “Lamentablemente, nos hemos visto obligados a tener que cerrar de forma intermitente los accesos de Av. Grecia, debido a que personas actuando de forma ilegal han agredido a personas de nuestros equipos de seguridad, validación de entradas y producción” explicaron.
Pero los problemas no terminaron allí, una vez iniciado el show, las personas que tenían entradas para la cancha VIP fueron reubicados en galería a causa de la cantidad de personas que llegaron al concierto, además, una de las rejas que separaba la zona general de la VIP fue derribada ocasionando que todos se fueran hacia adelante.
Lea también: Scarlet Ortiz y Yul Bürkle están saltando en una pata por el talento de su hija
Ante las múltiples críticas y acusaciones de mala organización a la productora, la compañía emitió un comunicado en el que reconoce lo sucedido y aseguran haber contado con toda la seguridad necesaria. "Siempre hemos puesto en el centro de nuestras operaciones la seguridad de las personas, haciéndonos responsables de todo lo que pueda suceder al interior de los recintos donde desarrollamos nuestros espectáculos", asimismo, eximieron al artista puertorriqueño de lo sucedido.