De manera categórica Ronald Acuña Jr. en solo 24 partidos antes de este viernes, ha ratificado su estatus tanto como jugador franquicia de los Bravos de Atlanta, como de auténtica superestrella de las Grandes Ligas. Su línea ofensiva habla y letras mayúsculas: .376 en promedio de bateo, .490 en porcentaje de embasado, .694 de slugging y 1.185 de OPS.
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Una de las cosas que ha influido en todo ello, son los 32 imparables diseminados en 104 apariciones al plato. Esa última cantidad representa una secuencia de 4.3 por partido, mientras su número de hits refleja que los ha sonado en el 30.7% de las veces que se ha parado en el home.
Al respecto, la proyección actual de su ritmo hace ver viables las posibilidades de concluir con al menos 100 inatrapables este año, algo muy destacable considerando que estuvo ausente por casi dos meses al comienzo de la temporada.
Esto porque a los Bravos de Atlanta les restan 88 partidos, si el de Venezuela está cada uno de ellos añadiría 352 apariciones y si consigue inatrapables en el 30.7% de esas veces, sumaría 108 hits aproximadamente, para terminar con unos 140.
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En caso de que Acuña sume esas 14 decenas, sería la tercera ocasión que consigue cuando menos esa cantidad en un certamen, al mismo tiempo pasaría a ser su tercera mayor cantidad.
Asimismo, en cuatro oportunidades culminó con mínimo 100, destacando que las otros tres veces que no pasó fueron en 2020, un calendario reducido a 60 partidos por la pandemia de Covid-19, además de 2021 y el año pasado, acortados para él por lesiones en sus rodillas.
Su tope personal son los 217 de 2023, el mejor año de su trayectoria donde apuntaló las Mayores en ese apartado, y tuvo también uno de los más destacados performance jamás vistos.
