Poco duró para Puerto Rico la emoción de haber prevalecido en un partido como el del miércoles ante República Dominica, un duelo de vida o muerte para mantenerse o salir del Clásico Mundial de Beisbol 2023.
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Solo segundos después de colgar el out 27, el estelar cerrador de la Isla del Encanto y los Mets de Nueva York en las Grandes Ligas, se lesionó seriamente, al punto, que imposible fue para sus compañeros ocultar los gestos de asombro, entremezclados con preocupación; de hecho, el hermano menor del serpentinero, el también relevista, Alexis Díaz, rompió en lágrimas.
Las imágenes del taponero saliendo, primero sostenido en hombros, y luego en silla de ruedas, de manera inadecuada terminaron de completar lo gris de las circunstancias.
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Horas después, los Metropolitanos emitieron un mensaje oficial a través de su cuenta en la red social Twitter, señalando que Díaz “se sometió hoy (jueves) a una reparación exitosa del tendón rotuliano de la rodilla derecha. Se espera que comience un programa de rehabilitación formal en aproximadamente una semana. Se proporcionarán actualizaciones adicionales según corresponda”.
Un poco más tarde, el mismo Edwin se pronunció por medio de su cuenta también en la red del pajarito azul; allí dejó un mensaje dirigido a los aficionados los Metropolitanos:
“A todos mis queridos fanáticos, especialmente a los fanáticos de los Mets, quiero hacerles saber que estoy bien y recuperándome. Me siento bendecido y agradecido por su apoyo con mensajes y oraciones, ¡muchas gracias! No puedo esperar a verlos otra vez en Nueva York y tocar esas trompetas” escribió.
Durante 4 campañas con el elenco de Queens, el puertorriqueño presenta balance de 12 lauros, 15 derrotas, 96 juegos salvados, promedio de carreras limpias permitidas de 3.20, whip en 1.10, ERA+ de 126 y 356 ponches en 208.1 innings.
De por vida, en 7 torneos entre Marineros de Seattle y los Mets, ha concretado 205 rescates, sexto entre los relevistas activos.