RAFAEL TEJERA
Henry Wrigley puso fin a una de las mejores temporadas conquistadas por un jugador extranjero en la historia del Caracas. “Los extrañaré cuando esté en mi casa”, lamentó el inicialista que jugó su último partido con los Leones.
El toletero regresará a Estados Unidos como triple coronado del Caracas. Tiene 11 jonrones, 36 impulsadas y .299 de average. Y cambió sus planes iniciales, según los cuales tenía que irse a finales de noviembre, con el fin de estar más tiempo con los Leones.
Wrigley ofrece una explicación a su entusiasmo por jugar en Venezuela: “Tengo que ir a casa a descansar, pero siempre recordaré esos juegos contra La Guaira y Magallanes, porque siempre había mucha energía y emoción”, contó el estadounidense de 26 años de edad. “Definitivamente seguiré al equipo por internet. Les deseo la mejor de las suertes”.
El californiano aseguró que siempre recordará su experiencia en la liga venezolana, porque le permitió trabajar al lado de peloteros que han jugado en categorías superiores. Él apenas llegó en 2012 a la filial triple A de los Rays de Tampa Bay.
“Estar cerca de grandeligas y ver cómo trabajan fue bueno para mí”, explicó. “Tener a lanzadores de ese nivel lanzándome, ver tantos turnos aquí y tener que batear tantos envíos quebrados me ha ayudado mucho en mi carrera”.
Wrigley estuvo muy cerca de ingresar en un club selecto de importados con alto rendimiento. El toletero amaneció por encima de los .300 puntos de promedio, y solo seis importados en la historia de la franquicia (Johnny Roseboro, Ken Harrelson, Pete Koegel, Steve Bowling, Dwayne Murphy y Jason Lane) habían logrado temporadas de .300 de average, 10 jonrones y 30 impulsadas. Sin embargo, en la tarde se fue de 4-1 y su promedio cayó a .299.
El manager Frank Kremblas no extrañará tanto a su paisano, porque cree que Asdrúbal Cabrera, quien comenzó a jugar desde hace dos días, suplirá su vacante. “Henry no es grandeliga, Asdrúbal sí. Miren lo que pasó: Magallanes jugó con 9 grandeligas y patearon nuestros traseros. De verdad lo hicieron”, razonó el estratega.
Wrigley, por su parte, disfrutó la experiencia y espera que le sea de utilidad para propulsar su carrera en Estados Unidos. “Estoy ansioso por ver lo que pasa este año por todo lo que hice aquí”, destacó el toletero. “Irme me da una sensación agridulce”.
El toletero vivió momentos agradables, como cuando conectó dos jonrones ante Magallanes. Pero contó que el juego que más recordará de Venezuela fue aquel en el que Josh Kroeger conectó un jonrón para dejar en el terreno a los Navegantes. “Tuve una gran vista, porque estaba en el círculo de espera”, rememoró el slugger con una sonrisa.
Sin embargo, lo que alegró más la estadía de Wrigley en Venezuela fue la reacción de la afición. “Es como jugar un juego de postemporada todos los días”, contó. “Los primeros innings pueden ser suaves, pero después del sexto, cada turno, cada jugada es apremiante. Aquí los fanáticos son como locos. Es asombroso”.
Por eso, el estadounidense no duda en responder si volvería en caso de que tenga la oportunidad. Al escuchar la pregunta, responde casi inmediatamente: “Me gustaría volver. Disfruté mucho mis días aquí”.
