La LVBP está viviendo una temporada de transición, en especial en el apartado de los lanzadores. Todos los equipos se han reforzado con talento de las Grandes Ligas y se espera que los Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua se nivelen con el resto de la liga. El talento disponible de las Mayores en los terrenos, ha dado un impulso, pero es resaltante analizar lo que ha ocurrido con el pitcheo abridor en esta última campaña.
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Venimos de la temporada 2021-2022, en la que se registró la peor efectividad colectiva en toda la liga sobre 5.00. Algo nunca antes visto, no obstante, esta zafra aunque se percibiera que los resultados del pitcheo han sido mejores, la efectividad del pitcheo en general va por la misma vía que en la zafra anterior.
2021:
2022:
Si bien esta zafra, ha resaltado la labor de dos serpentineros como Mario Sánchez y Jesús Vargas los deja como los únicos lanzadores en registrar efectividad por debajo de 3.00. De igual forma, si nos vamos a todo el circuito, solo el cuerpo de lanzadores de Caracas y Zulia tienen efectividad por debajo de 4.00. La pelota invernal criolla, que ya era muy conocida por la fuerza de los batazos, extiende un amplio dominio sobre los lanzadores en las últimas dos campañas. Y la tendencia no parece ser otra.