Tras emplear a Jordan Montgomery y Nathan Eovaldi en los dos compromisos de la Serie de Comodines, se prevé que los Rangers de Texas comiencen la Serie Divisional con Orioles de Baltimore mandando a la lomita a Dane Dunning y Jon Gray para los 2 primeros compromisos. Esos 4 nombres deberían conformar la rotación de este elenco para el resto de la postemporada.
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En el papel podría ser así, pero el beisbol es del todo impredecible, y el estratega Bruce Bochy, un zorro viejo en los playoffs, con experiencia en 4 Series Mundiales, vencedor en 3 de ellas, es alguien que sabe sacar provecho del talento humano a su disposición, además de contar con buen atino para la toma de decisiones. Para tratar de desencajar la estrategia de los Orioles de Baltimore podría emplear como iniciador a Martín Pérez.
Sería un movimiento sorpresivo en especial si las cosas prosiguen normales en el ámbito de los Rangers, nos referimos a que no se presente algún contratiempo de molestia física o lesión en alguno de los 4 hombres arriba referidos. Ahora que lo haga es mera especulación desde esta tribuna.
¿Pero si se atreve existen argumentos estadísticos que justifiquen esa hipotética decisión? Basándonos en los números vitalicios del zurdo de Guanare, la respuesta es negativa. En su trayectoria ha experimentado dificultades ante los oropéndolas, elenco que este año no estuvo entre los más productivos, pero tampoco es de fiarse, más en un escenario de playoffs donde el margen de error debe reducirse al mínimo posible.
Contra Baltimore Martín ostenta 4.66 en promedio de carreras limpias permitidas, 1.30 en whip, en 83 innings ha permitido 90 imparables, 47 carreras, 43 limpias, 90 imparables, 11 jonrones, ha cedido 18 bases por bolas ponchando a 59. Su marca de ganados y perdidos es de 4-6, en 16 juegos y 14 aperturas.
Bajo esa realidad, lo más probable es que Pérez se mantenga como relevista, rol en el que podría ayudar a neutralizar a bateadores de su mano como Anthony Santander, Cedric Mullins, Gunnar Henderson, Adam Frazier y Ryan O'Hearn.
Este año no se midió a los Orioles, cuyo ataque se posicionó 10mo en promedio, 16to en porcentaje de embasado, 10mo en slugging, 13ros en OPS.