Jornada tras jornada Luis Arráez genera nuevo e interesante material para quienes seguimos cada fecha en el calendario de la temporada 2023 de las Grandes Ligas; la "Regadera" de batazos continúa empapando cada escenario donde se presenta.
Y es que el muchacho de San Felipe llega a la jornada de este martes con bestial promedio de bateo de .399, como resultado de los 83 imparables conectados en 208 turnos legales para los Marlins de Miami.
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Ese average es absolutamente apoteósico también por esta razón; de acuerdo al Elias Sports Bureau ese es el 9no más alto en el Big Show desde 1900, en los primeros 56 juegos de un certamen y con un mínimo de 150 chances legales con el madero.
En ese exclusivo listado, el nombre de Luis Sángel aparece junto a los de Chipper Jones, quien tiene membresía en el Salón de la Fama y que para los Bravos de Atlanta ligó para .418 en la campaña de 2008, año en el que además, se llevó el título de bateo en la Liga Nacional, el único de su carrera y con .364 unidades.
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Asimismo, en el club se encuentra Todd Helton, inicialista de los Rockies de Colorado, quien para estas fechas del 2000 acumulaba average de .400. Ese año también se hizo con el champion bate al concluir con .372.
Prosigue Mr. Padre, Tony Gwynn, que en 1997 dejó promedio de .403 antes de finalizar con .372, añadiendo el 8vo y último título de bateo a su extensa vitrina de éxitos por la que eventualmente le fue conferida la inmortalidad en Cooperstown.
Igualmente en el 97, Larry Walker de los rocallosos, otro en el Salón de la Fama, llegó a un punto como este con .411 de promedio, no ganó la corona de bateo ante Gwynn, pero terminó 2do con .366.
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Otro eterno de la pelota, Roberto Alomar bateó .408 con los Orioles de Baltimore en 1996 quedando 7mo en la Liga Americana al finalizar el torneo con .328.
Uno muy recordado, Paul O’Neill, jardinero de los Yankees de Nueva York, en la inconclusa temporada de 1994 dejó en el período .405 puntos, luego ganó el título de bateo con .359.
El conteo lo termina Andrés Galarraga; el “Big Cat” de los Rockies en 1993 ligó .420 de promedio, camino a obtener el primer champion bate para la representación venezolana en el máximo nivel de la pelota.