Harold Capote Fernández
Shohei Ohtani quiere ganar y no puede en un conjunto como los Angelinos que, además, siguen sin poder negociarlo
Una de las cualidades que define a la superestrella japonesa es ser un hombre planificador; un día antes del Juego de las Estrellas, reconoció que ha soñado durante mucho tiempo con ser incluido en el Salón de la Fama, revelando que su arribo a las Grandes Ligas fue programado para optimizar sus posibilidades.
El principal toletero de la Liga Americana también habló sobre su deseo de representar a su país en el Clásico Mundial de Beisbol (CMB) del próximo año, y dijo que ha abordado el tema de manera informal con los directivos de Los Ángeles, quienes parecen dispuestos a permitirle jugar en el torneo.
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Pero esto precisamente es lo que preocupa a los querubines: Cuando se le preguntó el lunes sobre su futuro con la franquicia, el nipón respondió con una serie de no-respuestas.
Ohtani no dijo que quería ser negociado antes de la fecha límite del 2 de agosto. Pero tampoco dijo que quería quedarse en declaraciones tomadas de Los Angeles Times:
"Realmente no cambia lo que hago, por supuesto", dijo en japonés. "Mientras esté con los Angelinos, quiero hacer mi trabajo lo mejor que pueda. No sé lo que va a pasar en el futuro, pero, como he dicho, me gustaría centrarme partido a partido en lo que tengo que hacer, lanzar y batear."
¿Tiene algún sentimiento de no querer ser traspasado?
"Más que mis sentimientos, eso lo determinará lo que la organización quiera hacer. Cuando se trata de algo que no puedo controlar, realmente no tengo ningún sentimiento sobre lo que quiero", dijo.
En cuanto a su futuro con el equipo, dijo: "No lo sé".
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Ciertamente no estaba haciendo un caso para ser retenido. A estas alturas, el sensacional paleador y serpentinero debería tener una idea decente de si quiere jugar para Los Ángeles más allá de la próxima temporada, después de la cual será elegible para la agencia libre.
Ohtani no suele hablar en términos definitivos, pero cuando lo hace, sus pronunciamientos suenan como manifiestos personales, por lo que la expectativa generalizada en la industria es que estará jugando en otro lugar en 2024.
Hace cinco años, en una conferencia de prensa de despedida en Tokio, él dijo que partía hacia las Mayores con la intención de convertirse en el jugador número 1 del mundo. Preguntado por las Series Mundiales, respondió: "Como alguien que aspira a ser el jugador número 1 del mundo, creo que es un lugar por el que hay que pasar".
Cuando su equipo quedó fuera de competición el año pasado, Ohtani dijo: "Me gustan los aficionados. Me gusta el ambiente de la organización. Pero mis sentimientos de querer ganar son más fuertes".
Pues bien, con los Angelinos no va a ganar pronto independientemente de sus afirmaciones del lunes sobre su potencial para hacerlo. Ohtani es demasiado inteligente para no reconocerlo.
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Eso no significa que el gerente general Perry Minasian deba cambiarlo. ¿Transferirlo y luego qué? El origen de los que muchos consideran el problema del equipo seguirá estando ahí. Los Ángeles seguirán siendo propiedad de Arte Moreno.
El mexicano-estadounidense puede señalar su nómina de 190 millones de dólares, no obstante esta es considerada débil cuando 36 de esos millones van a los bolsillos de Anthony Rendon, además el sistema de Ligas Menores está demasiado agotado para proporcionar refuerzos rentables. El antesalista, que está fuera de combate por el resto de esta temporada, es el más reciente de los costosos bustos firmados a instancias de Moreno, uniéndose a gente como Albert Pujols y Josh Hamilton.
Las canteras, descuidadas por Moreno, no tienen un solo prospecto de consenso entre los 100 mejores.
Si cambian a Ohtani, también podrían cambiar a Mike Trout, pero el propietario está obligado a interferir en el proceso de reconstrucción.
El nipón ya es un lanzador considerablemente más formidable de lo que era en 2021, algo que él atribuyó a estar un año más alejado de la cirugía reconstructiva del codo. Como pitcher, lleva 9-4 con efectividad de 2.38, aún así pidió que no se le utilizara como lanzador en el Juego de las Estrellas, ya que está previsto para abrir con los Angelinos cuando se reanuden las acciones el viernes.
"Creo que lo más importante es que soy físicamente capaz de jugar cada partido al máximo esfuerzo sin ninguna duda", dijo.
Como bateador, tiene 19 jonrones. Este es más o menos el tipo de rendimiento de dos vías que tenía en mente cuando llegó de Japón.
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"No ha sido del todo como estaba previsto", dijo. "Hubo lesiones. Hubo temporadas en las que no pude rendir como quería. Pero si miro el panorama general, creo que hubo buenas temporadas. La organización me apoyó y creó un entorno en el que pude jugar como quería. Estoy muy agradecido por ello".
Del mismo modo, para él Cooperstown siempre estuvo en la mira.
"Esa era una de mis metas, por lo que quería llegar aquí en la etapa inicial", dijo Ohtani. "Quería estar aquí cuando todavía era relativamente joven para poder jugar y aumentar mi nivel".
El nativo de ÅŒshÅ« llegó a Estados Unidos con 23 años, lo que le limitó a una bonificación de 2 millones de dólares porque fue clasificado como amateur internacional. En otros dos años, podría haber sido agente libre y teóricamente firmar un contrato de nueve cifras.
Independientemente de que haya informado a Los Ángeles de sus deseos de cambio, estos no deberían canjearlo. No pueden negociar con él. Su única opción es esperar y confiar en que su sentido japonés de la obligación lo mantenga con la organización.
Fuente: Los Angeles Times