En la última semana, Brian Cashman renovó su código de silencio sobre la situación contractual de Aaron Judge y, realmente, ¿qué habría que decir para un trabajador de los Yankees?
En el lado del jardinero se argumentó que él debería ser pagado a la longitud y las alturas financieras de los mejores jugadores de la MLB, incluso como parte de una extensión antes de la agencia libre.
Los Yankees se burlaron, sobre todo ante la mención de que el toletero debería ser colocado en el mismo cubo financiero en el que está Mike Trout.
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Ambas partes no pudieron llegar a un acuerdo de un año o, más notablemente, un acuerdo a largo plazo.
Eso significaba tácitamente esto: Judge estaba dispuesto a apostar por sí mismo en 2022, y los Mulos lo desafiaban a combinar salud y rendimiento a un nivel acorde con sus peticiones salariales.
A las cinco semanas de iniciada la temporada, Judge ha jugado tan fuerte que ¿qué otra opción tienen los Bombardeos que no sea el silencio, a menos que sea la capitulación?
No son ni siquiera dos meses, ciertamente cortos para una temporada completa, pero el Juez está en medio de la respuesta a todas las preguntas. Ha rendido a la par de los mejores jugadores.
Lo ha hecho con un estado de salud óptimo. Sigue jugando en el centro del campo a un nivel lo suficientemente alto como para dar al mánager Aaron Boone mayores opciones.
Además, su papel de liderazgo se ha ampliado aún más con la ausencia de Brett Gardner. Sí, ha hecho todo esto con la presión de Nueva York, las expectativas y el contrato en ciernes.
Aquí hay otro elemento que Judge puede utilizar a su favor: Comenzó el fin de semana como quinto entre los calificados en Ganancias Sobre Reemplazo.
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El primero fue Manny Machado, que tiene un contrato de 10 años y 300 millones de dólares. Segundo fue Trout, con un pacto de 12 años y 426,5 millones. Tercero su ubicaJosé Ramírez, cuya reciente extensión le garantiza 141 millones por siete temporadas. El cuarto es Nolan Arenado, que está en medio de un pacto de ocho años y 260 millones de dólares.
Todos ellos tienen entre 29 y 31 años, por lo que todavía están en sus mejores años, y todos firmaron más jóvenes que Judge ahora (30). Además, no sabemos cómo serán los contratos con el tiempo.
Pero todos ellos parecen estar bien ahora mismo, y no hace falta ser muy exigente para imaginar que todos ellos envejecerán bien hasta mediados de los 30 años.
Una de las preocupaciones de los Yankees (y quizás también de la industria) es si al entrar en el mercado de agentes libres, Judge envejecerá igual que un jugador de su tamaño.
La respuesta inmediata es que está jugando mejor a los 30 que en cualquier otro momento de su carrera.
También es posible que estemos viendo cómo los jugadores y los equipos encuentran formas de mantener una mejor salud y producción durante un período más largo.
Este es siempre un tema delicado porque todos seríamos demasiado ingenuos si pensáramos que no se siguen utilizando potenciadores del rendimiento ilegales dentro del juego. Pero, en general, hemos visto a los jugadores alejarse del volumen y acercarse a cuerpos más delgados, explosivos y atléticos.
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Judge y Giancarlo Stanton modificaron sus regímenes de entrenamiento después de otra temporada de lesiones para ambos en la campaña de 2020.
Desde que Stanton se unió a los Yankees en 2018 hasta el 2020, Judge estaba en el puesto 204 de las Mayores en juegos jugados y Stanton en el 199.
Sorprendentemente, Judge seguía siendo segundo en jonrones en ese lapso de tiempo con 63, por detrás de Pete Alonso, mientras Stanton fue séptimo con 45 jonrones.
En las últimas dos temporadas, Judge estaba en el puesto 41 en juegos jugados, Stanton en el 78. Judge fue cuarto en jonrones en ese tiempo, Stanton séptimo.
Pero el impacto que tienen juntos es grande porque el paso hacia abajo de su habilidad y amenaza es empinado.
Los Yankees tienen 21-1 cuando ambos jonronean (incluyendo la postemporada). En los últimos dos años, los Yankees tuvieron una impresionante marca de 27-22 (.551) cuando ambos no jugaron. Pero fueron 89-56 (.614) cuando ambos lo hicieron. Ambos no jugaron en 88 partidos entre 2018-20 y, de nuevo, los Yankees se mantuvieron en 53-35 (.602). Pero fueron 88-47 (.652) cuando ambos fueron titulares.
Fuente: New York Post