PABLO ALEJANDRO RONDÓN | @PablinhoAle3110
CARACAS. El 12 de agosto de 1984, Venezuela recibió una de las mayores noticias de su historia deportiva: con un 84,6 por ciento y de manera irrefutable, Luis Ernesto Aparicio Montiel era electo para integrar el Salón de la Fama de las Grandes Ligas, siendo hasta entonces el único criollo con un lugar en el denominado ‘Templo de Cooperstown’.
Aunque el camino para llegar a ese conglomerado de luminarias que tienen una estatuilla que se ubica en Nueva York no fue fácil para el nativo del estado Zulia y quien en la actualidad tiene 86 años de edad. Seis procesos de elección vivió para adjudicarse el puesto, justificado tras 18 excelsas campañas dentro del ‘mejor beisbol del mundo’, que lo vio brillar entre 1956 y 1973.
Su carrera habló por sí misma, al quedarse a un solo encuentro de los 2600 (2599) y a nueve impulsadas de las 800 (791). Pero siendo campocorto, son otros los renglones los que hay que exaltar, como los 2677 imparables, dando 1,03 por cotejo, sus 506 bases robadas y 1335 anotadas, defendiendo los uniformes de Medias Blancas de Chicago, Orioles de Baltimore y Medias Rojas de Boston.
El '11 inmortal' de Venezuela fue líder en estafadas en la Liga Americana, único circuito que lo vio jugar, desde su debut hasta 1964, y encabezó a todas las mayores en 1959, 1960, 1961 y 1964. Recibió 736 boletos y su promedio de embasado (OBP) fue de .311, una autentica amenaza en las almohadillas.
Ahora, lo que sí recuerdan todos: sus diez citaciones al Juego de Estrellas y nueve guantes de oro como parador en corto, única posición en la que se ubicó dentro del diamante. Como colofón, el galardón al Novato del Año que obtuvo en su calendario de estreno, en 1956, además de disputar la Serie Mundial de 1959, la última de los 'patiblancos' hasta que su paisano Ozzie Guillén tomaó el timón y los enrumbó al título en 2005.
De él se puede escribir mil líneas más sobre sus imponentes actuaciones, pero en nuestra cuenta de Instagram @MeridianoOnline podrás disfrutar de cinco datos sobre su trayectoria, al cumplirse estos 36 años de una de las fechas doradas no solo de la pelota criolla, sino del deporte en nuestro país en general.