El mundo del baloncesto se ha visto sacudido por unas declaraciones contundentes del ex base de la NBA, Jeff Teague, que han puesto el foco directamente en la figura de LeBron James y su controvertida etapa con los Miami Heat. Durante una reciente aparición en un podcast, Teague lanzó una acusación velada que ha reabierto el siempre delicado debate sobre el uso de sustancias para mejorar el rendimiento en la liga.
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LeBron James y el uso de esteroides
Sin nombrar explícitamente a LeBron James, Teague aludió a un periodo específico en la carrera de la superestrella, sugiriendo una conexión entre una supuesta introducción de pruebas para la Hormona del Crecimiento Humano (HGH) y un cambio físico notable en un jugador prominente. La descripción de Teague fue tan gráfica como acusatoria: "Empezaron a probar para HGH y [el jugador en cuestión] tuvo que sentarse. Dijo que le dolía la espalda y se sentó durante tres semanas... y luego volvió flaco."
Aunque Teague se abstuvo de mencionar nombres, la coincidencia temporal y la descripción del físico han llevado a la gran mayoría de los analistas y aficionados a interpretar sus palabras como una referencia directa a LeBron James. Durante su tiempo en Miami (2010-2014), hubo un período en el que James experimentó cambios en su musculatura, y también es conocido que la NBA implementó nuevas políticas de pruebas antidopaje, incluyendo la detección de HGH, a partir de la temporada 2014-2015, justo después de que James dejara el Heat.
Las declaraciones de Teague no solo son explosivas por su contenido, sino también por quién las emite. Como exjugador con años de experiencia en la liga, sus palabras tienen un peso diferente al de un simple aficionado o periodista. Su cercanía a los vestuarios y al día a día de la NBA le otorgan una perspectiva que muchos consideran privilegiada. Esto, inevitablemente, añade una capa de credibilidad a unas acusaciones que, de ser ciertas, tendrían repercusiones masivas.
Dolor de espalda que limitó a LeBron
El supuesto "dolor de espalda" que llevó al jugador a sentarse durante tres semanas, según Teague, es un detalle clave que ha puesto a trabajar a los investigadores y a los amantes de las estadísticas. La memoria colectiva de los aficionados recuerda cómo LeBron James, conocido por su durabilidad y su capacidad para jugar un alto número de minutos, rara vez se ha ausentado por lesiones prolongadas. Una pausa de tres semanas por una dolencia de espalda, seguida de un cambio físico tan drástico como "volver flaco", alimenta directamente la especulación de Teague.