Iván Holguín López / @ivan_baloncesto
La selección masculina de baloncesto cayó (66-69) ante Argentina en su primer partido de esta tercera ventana FIBA rumbo al Mundial de la especialidad de Japón, Filipinas e Indonesia del año 2023. Pero, la caída de los criollos tuvo un matiz muy doloroso, ya que los criollos estuvieron ganando gran parte del duelo, pero sobre el final del compromiso se cayeron estrepitosamente.
Para ser más específicos, la selección masculina de baloncesto estuvo dominando desde el primer hasta el tercer cuarto del compromiso, e incluso supo controlar la ventaja por breves periodos del último parcial. Pero la realidad es que desde que restaba 1:26 minutos del tercer cuarto , el juego cambió por completo.
La principal razón de la caída de los criollos pasó por su ineficacia de cara al aro. Una ineficacia que no habían mostrado en todo el partido. Pero, desde que el reloj llegó a ese 1:26 del tercer cuarto, la selección masculina de baloncesto se transformó y desapareció ofensivamente anotando solo 4 tiros de 18 que efectuaron en 11:26 minutos (lo que restaba del tercer parcial más el cuarto), lo que refleja un flojo 22.2% de acierto.
Si seguimos detallando esto más desde cerca entonces encontraremos que, desde la larga distancia los criollos solo anotaron 2 de 11 disparos intentados (18.1% de efectividad) y 2 de 7 en tiros de 2 puntos (35% de acierto). Números que son muy bajos, para el momento “clutch” de un juego.
Esto se explicó por el cambio de defensa de los sureños, quienes empezaron a dejar que Venezuela empezara a tomar más disparos desde la larga distancia (por su mal momento), mientras que cerró con Vaulet y Delía la pintura, el tiro que era el desahogo del quinteto nacional.
Algo particular es que, durante ese mismo periodo de tiempo, Venezuela solo perdió 1 balón, mientras que Argentina tuvo 3 pérdidas. Pero, donde sí estuvieron certeros fue en el disparo de larga distancia donde los sureños anotaron 6 de 8 disparos para un descomunal 75% de efectividad.