Dwight Howard, pivot de Los Angeles Lakers, se someterá a una resonancia magnética para conocer cómo está su dolorido hombro derecho.
"Quiero asegurarme de que está todo bien. No quiero lesionarme hasta el punto de perderme la temporada", dijo Howard tras la derrota de los Lakers el domingo en casa ante Denver Nuggets, la cuarta en los últimos cinco partidos, pese a que igualó su mejor marca personal de 26 rebotes.
La presencia del pivot procedente de Orlando en pretemporada es improbable para el partido del martes en Houston y el del miércoles en San Antonio.
También el pivot español Pau Gasol dejó la cancha tras un codazo en la nariz. Los médicos le tranquilizaron enseguida al decir que no estaba rota.
Precisamente uno de los problemas que está teniendo el técnico Mike D'Antoni es hacer compatibles a Gasol y a Howard.
"Creo que Pau está teniendo problemas para saber cómo tiene que jugar con este grupo. No tendremos éxito como equipo hasta que lo resolvamos", pidió el domingo Mitch Kupchak, manager general de los Lakers.
El equipo púrpura y amarillo suma 15 victorias y 18 derrotas, algo inesperado tras los fichajes de Howard y de Steve Nash para un equipo que alcanza los 130 millones de dólares en salarios.
Los pobres resultados están generando rumores sobre una mala relación entre la gran estrella, Kobe Bryant, que lleva 17 partidos anotando 27 o más puntos (récord de la franquicia), y Howard, e incluso se especula con un posible traspaso del pivot en febrero.
Además de los problemas en defensa y de las críticas por la elevada edad del equipo y la falta de capacidad atlética se suma ahora también la supuesta falta de química entre los jugadores.
"No tienen que quererse, no estamos perdiendo por eso", dijo D'Antoni. /DPA
