El lunes 22 de diciembre, Nissan y Honda anunciaron una nueva fusión para el 2026. La intención es preservar ambas marcas, quedando bajo el mismo holding, y el nombre definitivo está por decidir en dicho año.
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De igual modo, informaron que Mitsubishi Motors, cuyas acciones están controladas en un 24,5% por Nissan, podrían conformar un trío para finales de enero. Estas medidas resultaron en la subida de bolsa de Tokio para las tres marcas: Un 3,8% para Honda, un 1,6% para Nissan y un 5,3% para Mitsubishi Motors.
En este sentido, se preparan para la fabricación de coches en el continente asiático, dada la actual demanda mundial. Hace dos años, las ventas estaban posicionadas en 53% y hoy en día, rondan el 33%.
Mientras que, Honda podrá elegir a la mayoría de los altos directivos y al presidente del futuro holding. En este contexto, se genera la incógnita del papel que desempeñará Renault, posiblemente podría desprenderse en un 35% de Nissan.
Actualmente, Nissan está envuelta en una crisis de resultados y a punto de recortar 9.000 empleos, representando el 20% de su capacidad. Al unirse con Honda, competirán directamente en el mercado del coche eléctrico, el cual continúa avanzando lentamente en Japón.
“La integración tiene el potencial de dar forma a nuestro futuro”, explicó Makoto Uchida, presidente de Nissan. Mientras que, el presidente de Honda, Toshihiro Mibe, afirma que las nuevas alianzas permitirán posicionarse aún más en el mercado.
Estas alianzas son estratégicas y tienen como finalidad adaptarse a “los drásticos cambios en el entorno”. Además de reducir costes y aumentar de manera significativas las ventas.
Por último, China se mantiene a la vanguardia con respecto a los coches eléctricos, gracias a empresas como BYD y Geely, que sustituyen a Nissan en la Zona Franca de Barcelona, mediante la marca Chery. Desde hace aproximadamente en el país asiático existe una gran demanda de coches eléctricos a diferencia de los convencionales.