El mundo del deporte extremo está de luto tras conocerse la trágica muerte del paracaidista austriaco Felix Baumgartner, quien falleció este jueves a los 56 años tras sufrir un accidente mientras practicaba parapente en la región italiana de Las Marcas.
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Reconocido a nivel mundial por su salto desde la estratósfera en 2012, Baumgartner perdió la vida al precipitarse en una piscina de un establecimiento turístico en Porto Sant'Elpidio, en la costa de Fermo.
Según medios italianos, el incidente ocurrió cuando el deportista, aparentemente, sufrió un malestar en pleno vuelo, lo que le hizo perder el control del parapente. A raíz de la caída, una joven que se encontraba en el lugar resultó herida, aunque su estado no reviste gravedad. Las autoridades locales iniciaron una investigación para determinar las causas exactas del accidente, sin descartar otras hipótesis como una posible falla técnica del equipo.
El legado del hombre que rompió la barrera del sonido
Baumgartner alcanzó la fama internacional en octubre de 2012, cuando realizó un salto desde 39 kilómetros de altura, en plena estratósfera, en un evento patrocinado por Red Bull. Durante esa histórica hazaña, no solo superó la barrera del sonido sin utilizar un vehículo, sino que también estableció tres récords mundiales, consolidando su nombre como uno de los mayores exponentes de los deportes extremos.
Más allá de esa hazaña mediática, el austriaco era conocido por su pasión por los saltos desde rascacielos, puentes y acantilados. Nacido en Salzburgo en 1969, su carrera se caracterizó por llevar al límite las capacidades humanas en entornos de alto riesgo. A pesar de haberse retirado de los grandes desafíos, continuaba vinculado al deporte a través del parapente, disciplina que practicaba con regularidad y compartía con sus más de 200,000 seguidores en redes sociales.
En sus últimas publicaciones, Baumgartner mostraba imágenes de sus vuelos recientes y mantenía vivo su lema personal, tatuado en su brazo derecho: "nacido para volar". Su muerte ha generado conmoción en la comunidad internacional de deportes extremos, que lo recuerda como un pionero valiente e inspirador.
Su legado, marcado por la audacia y el deseo de ir más allá de los límites, permanecerá en la historia del deporte y en la memoria de millones que lo vieron volar donde nadie más se atrevió.