El 16 de julio de 2025, el mundo de la música despidió con tristeza a la icónica cantante Connie Francis, quien falleció a los 87 años, dos semanas después de ser hospitalizada en Florida por un fuerte dolor pélvico.
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Su muerte fue confirmada por su amigo y representante, Ron Roberts, quien compartió el emotivo mensaje en Facebook: “Es con gran pesar y tristeza extrema que les informo del fallecimiento de mi querida amiga Connie Francis anoche”.
El mensaje para sus fans
Antes de partir, Connie expresó un deseo entrañable: “No tanto por sus altos, sino por sus bajos que he superado… espero haberlo hecho bien”. Estas palabras reflejan no solo su humildad, sino también el profundo sentido de gratitud que sentía por su trayectoria, pese a las adversidades.
Ron Roberts señaló que era voluntad de la cantante que sus seguidores fueran los primeros en enterarse de su fallecimiento, un gesto coherente con la cercanía que mantenía con su público.
La noticia circuló rápidamente por redes sociales, generando un aluvión de mensajes de recuerdo y respeto de artistas, fans y medios.
"Pretty Little Baby": su éxito viral en TikTok
En un giro inesperado del destino, Connie vivió un gran resurgir en 2025 cuando su canción de 1962, “Pretty Little Baby”, se hizo viral en TikTok y alcanzó los primeros lugares en Spotify.
Se convirtió en tendencia global justo antes de su fallecimiento, sumando millones de reproducciones y devolviendo su voz al centro de la cultura popular. Según su amigo Roberts, este reconocimiento tardío habría hecho sonreír a la artista.
Trayectoria y legado
Nacida como Concetta Rosemarie Franconero en Newark, Nueva Jersey, el 12 de diciembre de 1937, se convirtió en una estrella mundial en los años cincuenta y sesenta, con éxitos inolvidables como “Who’s Sorry Now?”, “Stupid Cupid” y “Where the Boys Are”.
Fue la primera mujer en alcanzar el número 1 en el Billboard Hot 100 y vendió más de 100 millones de discos en todo el mundo.
Su vida estuvo marcada por momentos difíciles: fue víctima de un brutal ataque en 1974, sufrió la pérdida de su hermano a manos de la mafia y enfrentó décadas de problemas de salud mental, incluyendo episodios psiquiátricos.
Sin embargo, su historia es también una de superación. Durante los últimos años, trabajó como defensora de víctimas de violencia y compartió sus vivencias en su autobiografía Who’s Sorry Now?, publicada en 1984.