Recientemente, la Administración Nacional de Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió una alerta a los Estados Unidos debido a que podrían sufrir la temporada de huracanes más fuerte de la cual se tienen registros.
En este sentido, la agencia pronostica entre 17 y 25 tormentas tropicales, de este número entre 8 y 13 podrían pasar a ser huracanes, y entre 4 y 7, se podrían convertir en huracanes mayores. La información la dio a conocer The Washington Post.
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Tanto las temperaturas cálidas del océano Atlántico y la disminución del fenómeno El Niño, son la principal causa de un “año hiperactivo”. Por ello, se tiene previsto con un 85% de probabilidad de que la temporada sea superior a la media. De ser así, se convertiría en la octava temporada de los últimos diez años en superar el promedio de tormentas registrado entre 1991 y 2000, de acuerdo a datos de Fox Weather.
Además, las aguas del Atlántico se encuentran más calientes que hace 19 años, tal como las temperaturas habituales de agosto. También, nuevas investigaciones señalan que los ciclones se están intensificando tres veces más rápido en comparación con otras temporadas.
Las principales causas de este fenómeno son el calentamiento global y los gases del efecto invernadero emitidos por el hombre. Cada tormenta con características inusuales eleva el calentamiento del planeta y promueve el riesgo de huracanes.
En este año, se espera la transición de El Niño a La Niña durante la temporada de huracanes, igual a lo sucedido en el año 2005, cuando se registró un récord. Esta tendencia favorece la actividad en el Atlántico, generando el desarrollo de tormentas.
Asimismo, la Universidad Estatal de Colorado, coincide con el pronóstico de la NOAA. Por ello, estima un total de 24 tormentas tropicales y cinco huracanes mayores. De igual modo, la Met Office británica tiene previsto 22 tormentas tropicales.
Por último, la Universidad de Pensilvania, pronostican 33 tormentas nombradas, lo que establecería un nuevo récord.