Christian Wilkins fue liberado de los Las Vegas Raiders tras un insólito incidente con un compañero de equipo que habría precipitado su salida de la franquicia. Schefter reveló que Wilkins “playfully” intentó besar en la cabeza a un colega durante una reunión de equipo. El otro jugador se sintió ofendido y presentó una queja formal ante el departamento de recursos humanos del equipo.
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Incidente del “beso en la cabeza” según Adam Schefter
De acuerdo con lo relatado por el insider Adam Schefter durante una aparición en The Pat McAfee Show, varios miembros del vestuario comenzaron a referirse sin nombrar directamente al incidente en el que Wilkins “amistosamente” se acercó a besar en la cabeza a un compañero, gesto que no fue bien recibido. Fuentes internas indicaron que el jugador resultó ofendido y que se trató del detonante para una queja ante RR.HH.
Aunque el entrenador Pete Carroll declaró públicamente que la decisión de cortar a Wilkins se basó en que no había un “camino claro” para su regreso tras una recuperación complicada, la revelación del incidente surgido después añadió un nuevo matiz a la decisión corporativa.
Desde el punto de vista deportivo, Wilkins llegó a los Raiders en marzo de 2024 con un contrato de cuatro años por $110 millones de dólares, incluyendo $84.75 millones garantizados. Sin embargo, jugó apenas cinco partidos durante la temporada debido a una fractura de tipo Jones en su pie izquierdo sufrida en la quinta semana, que obligó a una cirugía de emergencia. Finalmente fue colocado en la lista de “physically unable to perform” (PUP) y no pudo regresar a tiempo al campo.
La raíz original del conflicto apuntaba a la diferencia irreconciliable entre Wilkins y la organización sobre cómo gestionar su rehabilitación. Los Raiders esperaban una nueva cirugía para acelerar su recuperación; él se oponía, prefiriendo un tratamiento conservador, lo que generó tensión interna y llevó a la decisión de cortar la relación contractual.
Repercusiones y futuras negociaciones
Con la salida de Wilkins, Los Raiders intentaron anular 35.2 millones en garantías restantes del contrato, una postura que Wilkins ha desafiado mediante una queja formal presentada a la NFLPA.
Desde perspectivas del entorno deportivo, la combinación de una lesión grave, un proceso de recuperación conflictivo y el controversial incidente interpersonal con un compañero crearon un escenario que la organización consideró incompatible con su nueva cultura de disciplina y profesionalismo bajo la dirección de Pete Carroll.
Mientras tanto, equipos como los Patriots de Nueva Inglaterra y Minnesota han expresado interés en Wilkins, aunque condicionan cualquier posible incorporación a su estado físico y disposición a aceptar la propuesta de cirugía que inicialmente rechazó.