Lunes 18 de diciembre. Bajo una nevada mágica y cual película romántica, un transporte equino llega a su destino en el Shadai Stallion Station de Hokkaido, Japón. El nuevo semental que va en ese trailer no es cualquiera. Se trata del mejor caballo del mundo, el campeón Equinox, que desde la próxima temporada de monta del hemisferio norte, hará sus funciones de semental al lado de su padre, el también campeón Kitasan Black, ambos dignos representantes de las semillas que dejó el estadounidense Sunday Silence, hace más de tres décadas en la llamada tierra del sol naciente.
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Equinox, cuya ceremonia oficial de retiro fue el pasado 16 de diciembre en el hipódromo de Nakayama ante más de 20.000 personas, tiene su primer libro de yeguas completamente lleno. El precio de su salto es de 20 millones de Yenes (US$140.043), el más caro en la historia de la hípica japonesa. Casualmente, Kitasan Black está cotizado con el mismo valor y ambos serán los Jefes de la padrillera del reconocido criadero nipón.
Los rankings a escala mundial tuvieron a Equinox en el primer lugar desde su victoria en el Dubai Sheema Classic (G1) del mes de marzo en el hipódromo de Meydan. El descendiente de la yegua Chateu Blanche, desde esa carrera cosechó foja de seis pruebas de Grado 1. La última de ellas fue el pasado 26 de noviembre en Tokio, en la Japan Cup (G1). En total, compitió 10 veces para 8 primeros y 2 segundos, y una producción que superó los 15 millones de dólares.
El entrenador de Equinox, Tetsuya Kimura, estuvo bien conmovido al momento del arribo del purasangre a su nuevo hogar: "Pude despedirlo sano y salvo. No tengo nada que decir. El tiempo que pasamos juntos fue una experiencia muy valiosa. No sólo en la carrera, sino también en el entrenamiento", declara ante la prensa internacional.