Tigres del Licey viene con todo, son 11 títulos que de modo contundente los ratifican como el equipo más ganador en la Serie del Caribe, y ahora que aseguró su presencia en la Final de Miami 2024, el objetivo no es otro que retener la corona obtenida el año pasado en Venezuela.
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Ahora para el juego decisivo, el mánager Gilbert Gómez a su disposición tendría estas opciones para enfrentar al ganador del duelo entre Curaçao Suns o a Tiburones de La Guaira. De acuerdo al orden de su rotación de abridores se vislumbran 2 opciones viables, otra como una especie de comodín.
En primera instancia Brooks Hall lució como esa opción, no obstante no pudo seguir con la manada debido a percances de salud.
Así las cosas, César Valdez se proyecta como el más probable debió a que lanzó el 3 de febrero, cuando retó a Criollos de Caguas y de paso los maniató; en 5 entradas le sonaron 6 imparables, 2 carreras le anotaron, ambas merecidas, dio 1 base por bolas al tiempo que guillotinó a 2. Se llevó el lauro.
Asimismo, Gómez encontraría en Andy Otero otra posibilidad; el zurdo se subió a la lomita el 4 de febrero para el duelo contra Naranjeros de Hermosillo y de ellos recibió castigo. Fueron 4 indiscutibles, 4 rayitas, todas limpias, más 1 base por bola más 4 ponches en solo 2.2 episodios, por eso cargó con el descalabro.
Finalmente, una elección “dramática” la encontrarían en Raúl Valdés que enfrentó a los campeones de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) en el juego inaugural; aunque perdió su actuación fue aceptable bajo los parámetros actuales de la pelota: 4.1 innings de 5 imparables, 1 carrera que resultó limpia, cedió 2 bases por bolas al tiempo que abanicó a 3, esos se los aplicó a Luis Torrens, Hernán Pérez y Yasiel Puig.
El detalle radica en que el experimentado zurdo cubano iría para ese partido con apenas 2 días de descanso.